1. Patas arriba (XXIV)


    Fecha: 02/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    Ya no daré excusas, la verdad, me cuesta un mundo sentarme a escribir, sin embargo, os puedo presentar esto:
    
    Cami
    
    Joer, vaya pedazo de vacaciones nos hemos pegado, macho. Lo mejor es que mi tío Tavo cuenta que les está yendo de puta madre, al parecer, la familia de mi tío ha cuidado como se debe el patrimonio familiar y recibieron al tío Dani sin problemas, por supuesto, el tío Anderson es uno más de la casa, así que ni hablar. Por lo visto, las inversiones familiares van viento en popa y el tío Anderson, que no quiere saber de muchos líos con ese dinero, compró una escuela abandonada en pleno centro de la capital y la acondicionó como orfanato, eso sí, cada salón de clase es una habitación pensada para dos niños como máximo y las ganancias netas de esas empresas se irán directo a atender tantos huérfanos como sea posible. Se ve que a pesar de negarlo, mi tío tiene mucha sensibilidad con los abandonados, porque en un viaje anterior ya había dedicado el negocio que él había heredado de su propia familia a un comedor para los sin techo.
    
    Pero bueno, no sólo ellos se la pasan de puta madre, mi Ramón y yo no hemos necesitado más que estar con nuestros amigos para pasarla como nunca, tanto durante el viaje como en estos días posteriores. Como Ylian y Joel siguen fuera, nos turnamos para ‘cuidar’ su casa, básicamente, abusar de su piscina todo lo que nos dé la gana, así fue como terminamos mi Ramón y yo un día desnudos jugando en el agua y pasó lo inevitable: dos sendas ...
    ... erecciones.
    
    Y es que Ramón se había estado ejercitando y no es un ciclado, pero está como nunca y el color dorado de su piel, su cabello mojado y esa sonrisa de total felicidad me tenían loco, así que aproveché que estábamos jugando y me acerqué a él por detrás y coloqué mi pene entre sus nalgas, no pretendía penetrarlo, sólo quería subirle la temperatura al juego, pero Ramón lo vio venir y por lo visto ya él estaba muy caliente, porque se aferró a mi pene y me sacó de la piscina entre caricias a mi falo, me recostó en una de las toallas y se sentó sobre mí, dejando que yo entrara lo más profundo de él que era posible.
    
    No voy a negar que lo disfruté, estábamos demasiado excitados y Ramón supo sacarle partido a eso moviéndose como nunca antes, pero no me dejó terminar, cuando sintió que ya estaba a punto, se levantó y me ofreció su pene, que comí con muchas ganas, tenía muchas ganas de mi chico y él lo sabía, así que no me dejó su miembro mucho rato y pronto me estaba comiendo mi hermoso culo, haciéndome gemir sin reparo alguno. Me penetró como pocas veces, algo salvaje, pero sin llegar a ser cruel y me lo pasé como nunca.
    
    Mi mano no había estado ociosa y mi pene estaba a punto de estallar, Ramón lo notó por la presión que mi ano ejercía en él y pronto sacó su pene de mí y me dijo que me recostara en la toalla, se recostó junto a mí y empezó a cascármela, así que hice lo propio con él hasta que los dos terminamos al mismo tiempo y nos dimos un largo beso dejando que ...
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