1. Día de Playa (3): Lucía


    Fecha: 30/01/2019, Categorías: Incesto Autor: laertes, Fuente: RelatosEróticos

    Rebe bajó de un salto de la mesa de la cocina, colorada como un tomate, y corrió al baño, mientras gritaba:
    
    - ¡Ahora bajo, Lu!
    
    Me asomé a la ventana y paseando por el jardín, cubierta con un sombrero de paja, vi a su amiga Lucía. Era un poco mayor que Rebeca y estaba más desarrollada, le sacaba al menos cinco centímetros. Sin embargo lo que más envidiaba mi hermanita, más que sus pechos o esas caderas bien formadas, era su melena rubia, larga y ondulada. Lucía, Lu para sus amigas, tenía la cara redonda y de facciones suaves, y siempre evitaba cruzar sus ojos claros conmigo.
    
    - No la mires tanto - dijo Rebe a mi espalda, mientras se secaba el pelo. Se había limpiado a toda prisa y llevaba su bañador de una pieza azul. En su voz se adivinaba un punto de celos.
    
    - Te queda mejor el bikini - le dije.
    
    - ¡Pues no te voy a dar el gusto! - replicó. - Eso por mirar a Lucía, te fastidias.
    
    Reí por lo bajo y entré en el baño a arreglarme un poco. Cuando salí al jardín con la sombrilla y la bolsa de la playa, las chicas ya estaban cogidas del brazo, cuchicheando. Me miraron y salieron corriendo varios metros por delante, mientras continuaban con su intercambio de secretos.
    
    En la playa la gente ya había ocupado casi todos los sitios buenos, así que tuvimos que conformarnos con el extremo más alejado, junto a las rocas. No era un buen sitio para nadar pero sí que era más fresco. Extendí las toallas y comencé a sacar los botes de crema. Rebe, todavía fingiendo estar ...
    ... enfadada, se acercó y me dio la espalda.
    
    - ¡Ponme crema! - me ordenó, cruzando los brazos y frunciendo los labios. - ¡Y a Lu también!
    
    Lucía estaba quitándose su vestido en ese momento, por debajo llevaba un bikini amarillo que resaltaba aún más sus suaves curvas. Al escuchar a Rebe, se giró avergonzada y se tapó con la toalla.
    
    - No hace falta, de verdad. - dijo.
    
    - Qué dices, así te vas a quemar toda - respondió Rebe, cogiéndola del brazo y poniéndola a su lado.
    
    Las espaldas de ambas chicas quedaron a la par. Lu apartó su pelo con un gesto tímido, Rebe me miró y aunque no podía hacer lo mismo, encontró una forma diferente de provocarme: soltó el lazo del cuello de su bañador y lo sujetó por delante, frente a sus pechos.
    
    - No te olvides del cuello - dijo.
    
    Puse algo de crema solar en mis manos y la extendí por ambas espaldas, sin calentarla, haciendo que pegasen un respingo por el frío inesperado. Al poco ya no saltaban por eso. Rebe tenía los ojos cerrados, mi mano recorría su espalda hasta el comienzo de su culo, un poco por debajo de la tela incluso, y su respiración se hacía más profunda. La espalda de Lucía podía parecer algo más mayor pero su espalda seguía siendo igual de delicada. La cubrí con unas pocas pasadas y luego rodeé su cuello, haciéndola temblar. También tenía los ojos cerrados.
    
    - Ahora el resto - les dije.
    
    Se giraron y eché algo de crema en sus manos para que cubriesen brazos y piernas. No me habría importado hacerlo yo mismo, pero tal y ...
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