1. Cogí con mi novia, su madre y sus hermanas (Capítulo 3)


    Fecha: 28/01/2019, Categorías: Incesto Autor: felodel2005, Fuente: CuentoRelatos

    TERCERA PARTE: '52 kilos' de experiencia
    
    Habían pasado unos meses ya desde la noche del doblete. Majo y yo continuamos nuestra relación, cogiendo en su departamento, a veces en el mío, en el de algún amigo y hasta en sitios públicos. Con Majo no se escatima en nada cuando a sexo se refiere. En ocasiones, cuando iba a visitarla a su departamento, me encontraba con Esperanza. De verdad, que me hacía sentir incómodo. Más si se tiene en cuenta que ella aprovechaba cualquier distracción para coquetear o insinuarse. Pero poco a poco lo ocurrido con Esperanza fue convirtiéndose en un recuerdo lejano.
    
    Un miércoles en la tarde que salí temprano del trabajo decidí llegar de sorpresa al departamento de Majo. Me encantaba ir sin avisar y sorprenderla con un lindo detalle, una salida o sencillamente una visita que no se esperaba.
    
    Toqué el timbre y me contestó su madre. “Ella no está, está en la universidad. Tiene clase hasta las siete de la noche. ¿Querés entrar y esperarla?”. Faltaba solo una hora para las siete, así que le dije que sí. Subí por la escalera para hacer algo de tiempo y así pensar que la espera en su departamento no se me haría eterna.
    
    Mi relación con la mamá de Majo era bastante cordial. Era una señora de unos 52 años, calculo yo. Muy amable y extrovertida. Bastante bien conservada para su edad y más si se tiene en cuenta que ha tenido cuatro hijas. Toqué el timbre del departamento y me abrió, la saludé y me hizo entrar. Me preguntó si quería esperar a ...
    ... Majo allí en la sala y si quería tomar algo mientras la esperaba. Le pedí un café. Siguió de largo hacia la cocina a preparar el café. Me quedé observándole el culo mientras caminaba hacia la cocina. Como me calentaba esta mujer, con el solo hecho de caminar me hacía delirar y desearla. Pero yo sabía que era solo eso, fantasía, era algo imposible. Más si tenía en cuenta la gran angustia que sentí la noche del doblete. Sentí curiosidad por averiguar si estaba Esperanza. Así que me acerqué a la cocina y empecé a charlar con la hermosa madura, madre de mi novia. Fingí interés por conocer el paradero de los miembros de su familia, le pregunté por su esposo, por Esperanza y por sus otras dos hijas, Laura y Karla. De inmediato me enteré que solo estábamos los dos en el departamento, con lo cual sentí alivio; no tendría que soportar momentos incómodos con la pesada de Esperanza. Una vez que tuvo el café listo, le ofrecí mi ayuda para llevarlo a la sala; ella también se sirvió una taza y me acompañó en la sala mientras tomábamos el café. Encendió un cigarrillo y empezó a hacerme conversación. Me preguntó por el trabajo, el estudio y por cómo me sentía siendo el novio de su hija.
    
    Majo, la madura madre de mi novia, llevaba una camisa escotada. Realmente era una camisa de seda, de botones. Los llevaba apuntados hasta la altura de su pecho, por lo que yo no podía dejar de mirarlos mientras hablábamos en la sala. Sus senos eran hermosos, o por lo menos parecían serlo atrapados bajo esa ...
«1234...»