1. Sin que ella lo supiera.


    Fecha: 24/01/2019, Categorías: Gays Autor: Vladimir escrit, Fuente: CuentoRelatos

    ... parecer las sentia; porque entre sueños mi querida esposa empezaba a gemir.
    
    Con toda la exitacion del mundo la clavo de golpe.
    
    La bombeaba con maestria, sus manos subian y bajaban del cuerpo de Sonia.
    
    Le metia la lengua en la boca de mi mujer.
    
    Ahora la voltea boca abajo, para lamerle su redondo culito.
    
    Como yo le habia platicado a este amigo de aquellas penetradas por el ano de Sonia, el se confio y decidio penetrarla de una estocada.
    
    Ese espectaculo era maravilloso; tanto que me daban ganas de unirme a aquel goce sexual.
    
    Pero quise que mis ojos disfrutaran lo que estaban viendo.
    
    Con su verga aun en el culo de mi esposa. Volteo a verme y me pidio permiso de terminar en su boca.
    
    Al darle permiso. La volvio a poner boca arriba y le empezo a follar la boca.
    
    Yo por mi parte ya me estaba masturbando de lo lindo.
    
    Pronto escuche un grito, dando señal que le estaba llenandole la boca de leche.
    
    El la sento para que no se ahogara, en lo que terminaba de venirse.
    
    Despues de vestirse y dando las gracias se marcho.
    
    Regrese al ...
    ... cuarto para observar a Sonia con la boca llena de leche.
    
    Eso hizo que me entrara mucha exitacion. Le limpie la boca, para ahora ser yo quien le follara la boca.
    
    Mis dedos urgaban en su vagina, mi otra mano masajeaban sus senos.
    
    Le puse sus piernas en mi hombro, clavandole el culo, como lo habia hecho mi amigo.
    
    Despues de un largo momento quise atender esa vagina semi depilada de Sonia.
    
    Era tan exitante estarme follando a mi esposa totalmente inconciente.
    
    Eso me hizo tener un gran, gran orgasmo, tan grande que me estremecio de gran modo.
    
    A Sonia tambien le vino uno; pues tambien note como su suave piel se erizaba.
    
    Acomode a Sonia, con todo y pijama, para que no se diera cuenta de nada.
    
    Al acostarme solo pensaba en lo mucho que podia gozar a costa de tener a mi esposa totalmente inconciente.
    
    El solo hecho de tener a Sonia a mi total disposicion me lleno la cabeza de extrañas y locas ideas; asi como el poder fantasiar en que sea cojida por otra mujer...
    
    Aqui comienza un nuevo placer para mi vida sexual.
    
    Vladimir escritor. 
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