1. Iniciacion de una novata


    Fecha: 14/01/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hasta las duchas, allí no había dónde escapar más.
    
    Sonia tomó de nuevo la palabra: Mira, no queremos dañarte, sólo
    
    queremos jugar un poco con tus pies. Nos gustan los pies de nuestras
    
    compañeras, conocemos el olor y el sabor de todas las que nos han
    
    interesado, su tamaño, su forma, su suavidad, mmm, me estoy excitando. ¿Lo
    
    entiendes? Tú sólo siéntate en el suelo y quítate las zapatillas y luego los
    
    calcetines, muy despacio mientras nosotras nos vamos preparando. Y a
    
    una señal, ambas comenzaron a desnudarse de cintura para abajo. Sin embargo
    
    no se descalzaron, y la explicación llegó enseguida.
    
    El plan es el siguiente: tú nos das tus pies desnudos y nosotras nos
    
    masturbamos con ellos mientras nos quitas zapatos y calcetines y nos chupas
    
    los deditos. Así nos gusta hacerlo. Y venga, que queda poco para la clase y
    
    no queremos que nos jodas el chollo con tus remilgos. Descálzate de una
    
    vez
    
    María vio que era absurdo resistirse, delante de ella las dos chicas habían
    
    empezado a acariciarse los muslos una a la otra y a juguetear con sus
    
    lenguas mientras no le quitaban la vista de encima. Así que se sentó en un
    
    banco y cruzó las piernas para hacer lo que le pedían.
    
    Así, como una niña buena, despacito, que nos gusta el suspense
    
    Se reían y le clavaban ansiosas las miradas.
    
    María comenzó a desanudarse los cordones, primero de una zapatilla, luego de
    
    la otra, y después se las quitó tan despacio como le habían exigido.
    
    Mira, ...
    ... Sonia, qué calcetincitos más graciosos, sólo le llegan por el
    
    tobillo. Levanta esta pierna, quiero olerlos
    
    La muchacha obedeció y Marta se llevó uno de sus pies a la cara. Aspiró
    
    profundamente sobre el calcetín mientras metía uno de sus dedos por debajo
    
    de la prenda. María, al sentir el contacto en su carne, hizo un gesto de
    
    rechazo y recogió la pierna. Pero el efecto no fue el que hubiera deseado,
    
    pues Marta tenía el dedo que había introducido formando gancho, y al retirar
    
    la pierna, el calcetín quedó sujeto a su mano, y el blanquísimo pie de María
    
    quedó al aire..
    
    La que parecía llevar el mando, abrió desmesuradamente los ojos.
    
    Vaya, qué quesito más fresco y más blanquito tienes. No me quedo con
    
    las ganas de liberar también al otro, y te lo voy a quitar con los
    
    dientes
    
    La chica se arrodillaba para coger en su boca el otro calcetín, y María
    
    aprovechó el momento para empujarla y salir corriendo buscando la salida.
    
    Pero una vez más fue un intento fallido. Marta era muy veloz, y mucho más
    
    alta que ella y en dos zancadas la tenía de nuevo atenazada por el cuello.
    
    Dejadme, por favor, no me gusta esto, dejadme y no se lo diré a
    
    nadie, de verdad
    
    Pero Sonia estaba enfurecida por el empujón recibido, y no escuchaba sus
    
    ruegos.
    
    Túmbala en la colchoneta Y la chica calló al suelo pataleando
    
    y en un instante se encontró aprisionada bajo el cuerpo de Marta que le
    
    apretaba los brazos con sus rodillas.
    
    Cambio de planes,- ...