1. Soy una puta


    Fecha: 14/01/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy una puta, no es una forma de hablar, en realidad trabajo como puta a tiempo parcial, tres días en semana de martes a jueves y quizá algún sábado si me avisan con anticipación, estos días es cuando el mercado es mas activo.
    
    En realidad soy estudiante, estudiante de 4° de arquitectura, no voy demasiado mal, en los últimos cuatro años he logrado pasar, sin asignaturas pendientes los tres primeros cursos y ya estoy en la recta final, en dos o tres años habré logrado terminar la carrera y ....
    
    Lo de puta es para pagar parte de los estudios y poder vivir sin estrecheces, no soy una niña de papa y eso se nota.
    
    No soy una puta callejera, tengo mi lugar en un conocido hotel madrileño donde paran ejecutivos en sus viajes de negocio, el puesto me cuesta un poco de dinero y alguna que otra mamada al jefe de seguridad del hotel y el director del mismo para que me dejen trabajar sin tener problemas, pero así es la vida para ganar dinero hay que invertir.
    
    A parte de lo anterior me permito el lujo de ser selectiva con mis clientes , no estoy mal o al menos eso opinan mis clientes, soy bastante alta, descalza 1,78, me mantengo en forma y prácticamente no tengo un kilo de más, bueno unos pocos donde tienen que estar, en unos pechos que más de una me envidian. Tengo una cara simpática, hablo correctamente tres idiomas a parte del castellano y me precio de tener una conversación agradable, aunque eso a muchos de mis clientes les da igual.
    
    Bueno, lo que yo quería contaros es ...
    ... algo diferente. Os quiero contar lo que me sucedió hace cosa de un año y que refleja los riesgos que entraña este oficio, por algunos llamado el más viejo del mundo.
    
    La semana había estado bastante floja estaba a jueves y la renta del apartamento estaba a punto de caer como todos los meses, ni que decir tiene que a mi apartamento jamas he llevado a ninguno de mis clientes normalmente les atiendo en sus habitaciones en el propio hotel.
    
    No es que no tenga ahorros, pero son para una emergencia. Bueno a lo que iba, estaba en la cafetería del hotel tomando un café cuando un "ejecutivo agresivo" de los que tanto pululan por el hotel se acerco a mi.
    
    Hola, ¿estas sola o esperas a alguien?
    
    Como siempre pretendía llevarme a la cama gratis, pero ya voy teniendo experiencia, así que le conté que podíamos pasar una buena noche por unas 60.000 pelas o lo que es lo mismo por unos 360 euros.
    
    El ejecutivo estaba bastante bien, con un precioso traje Armani, unos zapatos italianos y un Rolex, de los de verdad no de los "trolex" que llevan muchos.
    
    Me comento que se llamaba Carlos y que era dueño de una fabrica de alta tecnología en Zaragoza, de donde había llegado el día anterior.
    
    Tras decirme que estaba conforme con el precio, me contó que, a parte de pasar una buena noche, los dos según él, quería que le acompañara a tomar una copa a casa de un cliente en la Moraleja. No suelo salir del hotel, salvo en algunos casos a cenar a alguno de los restaurantes que se encuentran ...
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