1. VIENTOS DE CAMBIOS


    Fecha: 11/08/2017, Categorías: Lesbianas Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... que agregué un toque de perversión y fui a lamérselo. Ella gritaba, yo también, Zacarías no pudo soportarlo, mi concha fue invadida por su líquido caliente y pegajoso, y mi clítoris se refregaba regalándome un orgasmo enorme. Fue entonces cuando ella se colocó el arnés y vino sobre mi espalda, miré fijamente a los ojos a Zacarías, aún tenía su verga pegajosa en mi concha cuando la sentí a ella avanzar en mi otro agujero, ya no pude mantener la mirada porque era tan gordo que me hacía bufar, al notar la situación la excitación volvió a nuestro hombre y su pija pareció inflarse en mi interior, Débora parecía desgarrar mi esfínter, era lo que quería. El no entendía como le daba a ella algo que repetidamente le había negado a él… Al fin comenzaron a someterme a una doble penetración, entrando y saliendo en mis huecos, ella me apretaba las nalgas y los dedos de él jugaban en la puerta de mi culo, acariciando el juguete como para dar crédito de lo que sucedía aún incrédulo por lo que pasaba. Era todo muy loco, muy bizarro, estaba entre el hombre que estaba dejando y la mujer con la cual seguiría mi vida. Como sabíamos que iba a suceder Zacarías quiso cogerla a ella y yo quería que ese momento para ella pasara lo más rápido posible, por lo que en un cambio de roles ella se puso en cuatro para que él fuera por atrás, ambas sabíamos que con ese trasero perfecto y regalándole el culo el no tardaría mucho en acabarse. Así fue como él corriendo el arnés a un lado rápidamente introducía ...
    ... su pija en el culo de mi mujer, confieso que me calentó mucho la situación, el casi inmóvil y ella balanceándose lentamente hacia atrás y hacia adelante, una y otra vez, además aun colgaba de su cintura es pene plástico y yo se lo acariciaba dulcemente… Entonces puse mi cara demasiado cerca de la acción, Zacarías dejó por unos segundos el culo de Débora y me ofreció su miembro, se lo lamí con dulzura, lo metí tan adentro como pude, su glande parecía más duro que de costumbre, su tronco más largo que nunca, tal vez eran los sentimientos de despedida. Pero mi mirada estaba perdida en el hueco de mi amiga, su esfínter quedaba abierto como el cráter de una montaña, sus manos tomaban los cachetes de ella queriéndolo abrir más todavía, así que volví a metérselo en el hoyo. Así intercambiamos su pene, entre su culo y mi boca, me gustaba chuparle le verga y él se enloquecía, nuevamente se acababa, sus chorros de leche tenían una potencia inusitada bañando todo a su paso, el culo de Débora, colándose por su enorme agujero, perdiéndose en las tinieblas de sus profundidades, bañando las curvas bronceadas, bañando mi cara, bañando mi boca, le daba otra sorpresa. Estaba tan excitada que su semen tenía un sabor especial y estaba más rico que nunca, me dediqué a saborearlo, juntando con mi lengua todo lo derramado, bebiendo sorbo a sorbo, como una buena nena, incluso lo que salía del esfínter de Débora. El estaba rendido y fuera de juego, no quería saber más nada, me sentí en deuda con ella ...