1. Primera vez con un alemán.


    Fecha: 07/01/2019, Categorías: Gays Autor: random150596, Fuente: SexoSinTabues

    Fuimos al Stadtfest en la ciudad en la que estoy haciendo mi intercambio en Alemania. Yo soy de México y estaré acá por un año. Era nuestra cuarta cita (cuando nos conocimos fuimos a un café y luego caminamos cerca de cinco horas por la ciudad; la segunda fuimos en bicicleta a un lago a nadar, después regresamos a su casa a cenar y vimos una película; la tercera fuimos a un concierto de música clásica en un ex-convento). Su nombre es Christoph: tiene ojos azules, cabello rubio, nariz respingada y una maravillosa sonrisa. Nos quedamos de ver en su casa a las nueve de la noche. Toqué el timbre, me dejó entrar y subí a su departamento. Se estaba poniendo los tennis para salir a caminar. Eran las nueve de la noche pasadas. Como siempre, la plática fluyó de forma muy amena. Ambos teníamos hambre así que nos dispusimos a buscar algo que comer. ‘Stadtfest’ significa la fiesta de la ciudad. Había puestos de comida de todos los rincones del mundo, varios escenarios con música para todos los gustos, gente por doquier. Mientras caminábamos platicábamos, no sé exactamente de qué, pero siempre encontramos tema. Le gusta mucho hablar, a mí también, así que eso ayuda. Encontramos un puesto de comida hindú, cada quién ordenó algo diferente (en mi caso ‘Chicken Curry’) y mi torpeza motriz hizo que tirara la comida cuando estaba por pagar (o tal vez me puse nervioso porque me gusta mucho el chaval, aunque no creo que sea eso). Equis. Nos sentamos en una banca a disfrutar la comida y la ...
    ... compañía. Desde la primera vez que lo conocí me gustó mucho. En la segunda y tercera cita yo intentaba tener contacto físico ‘accidental’ y notaba que discretamente lo evitaba, al parecer es un poco tímido con eso. En esta ocasión sentí que buscaba acercarse más, buscaba más contacto físico. En varias ocasiones nuestros brazos o manos rozaban mientras caminábamos, en los momentos que estábamos sentados nuestras piernas se encontraron sutilmente. Después de llenar nuestros estómagos con alimentos sólidos, hacía falta llenarlos con líquidos: una cerveza era la respuesta. Bla bla bla (la pasamos muy bien escuchando diferentes bandas, caminando, platicando.) Su casa quedaba en el camino hacia el lugar en el que dejé mi bicicleta, caminamos en esa dirección. Eran las dos de la mañana. Estando en la entrada principal del edificio tuvo la intención de despedirse de mí, pero le pregunté si podía utilizar su baño (si lo necesitaba, pero también fue estrategia). Asintió. Subimos a su departamento y entré al baño. Cuando salí platicamos unos minutos más sobre sobre la agradable noche que habíamos pasado. Hubo un momento de silencio. Después dijo: ‘Na, und?’ (algo así como: ¿Y bien?, o ¿y luego?). ‘Ich glaube ich gehe nach Hause’ (creo que ya me voy a casa) – respondí yo. Nos dirigimos a la puerta. Tomé la manija de la puerta para salir y volteé para despedirme. Nos dimos un abrazo, y antes de separarnos por completo nos miramos a los ojos por unos segundos. Sus profundos ojos azules y sus ...
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