1. Padre enamorado y en apuros 3


    Fecha: 06/01/2019, Categorías: Incesto Autor: chelo212, Fuente: SexoSinTabues

    Por la mañana se juntó nuevamente toda la familia para desayunar, mi mujer preparó café con leche y tostadas para todos, el primero en sentarse a la mesa fue el varoncito, dos minutos después apareció Celeste, con todo el pelo revuelto, parecía que la había atacado un tornado, lo que generó algunas burlas por parte nuestra. Después de algunos minutos notamos que Gabriela no aparecía , entonces mi señora me mandó a buscarla, y en forma irónica acotó “fíjate si no ha quedado muy agotada después de lo de anoche”, yo me reí por la ocurrencia y seguí camino a su habitación. Al llegar la encuentro sentada en el borde de su cama muy pensativa, sus ojos no estaban llorando pero se notaba ese brillo húmedo previo a las lágrimas. Le dije que la estábamos esperando para desayunar, y me contestó de forma muy escueta que ya iría, noté que aunque no me dijo nada , sospechaba lo que había pasado durante la noche y que no se despertó mientras sucedía, lo que la hacía sentirse muy vulnerable. Pasaron un par de minutos cuando apareció en el comedor , estaba con una tanguita diminuta color rosa fluo, y una chomba sin mangas que no llegaba a tapar su ombligo, esa imagen me exitó de inmediato, se paseó lentamente mirando al piso, haciendo el camino mas largo hasta su silla, como dejándome degustar la exquisitez de sus curvas. Su hermana le preguntó por que se había sentado desnuda a la mesa, a lo que ella le respondió que hacía calor y que además también lo que ella traía era ropa . Celeste ...
    ... volvió a recalcarle que lo mismo era estar desnuda y que lo hacía frente a mí, teniendo por respuesta que aunque se vistiera con pantalones y sueter , los hombres se las arreglan para imaginárselas desnuda, mientras me clavaba una mirada desafiante directamente a los ojos. Una vez terminado el desayuno , enviamos al trío a hacer las compras a un mercado que hay a unas siete cuadras de mi casa, por lo que quedamos a solas con mi mujer. Ella aprovechó la ocasión para sentarse frente a mí. -Tenemos que hablar muy serio de lo que te está pasando con Gabriela, hasta donde pensás llegar? -Sabes que me estoy enamorando de ella también , y quiero convertirla en mi amante, pero no sé como encararla sin que me rechaze. -Pero si metes la pata? Y si la embarazas? -Todavía es virgen, aunque me gustaría poder desvirgarla pronto, y poder tenerla completamente para mí -Me va a costar muchísimo , pero voy a ver si puedo ir hablando de a poco con ella, para ver que tan interesada está en el sexo y si sabe lo que le haces cuando se duerme. -Podrías inventar algo como que me vea desnudo por accidente y si te lo cuenta que te de detalles de lo que pensó -No creo que eso funcione ,pero déjame ver que hago. -Bueno eso te lo agradecería mucho, no quiero desvirgarla sin su consentimiento. Después de esa charla pasaron unos cuantos meses , en los que continué con mis incursiones nocturnas, mi mujer iba a dos médicos distintos para que le recetaran las pastillas para dormir, y así poder comprar una caja ...
«123»