1. La amistad laboral


    Fecha: 03/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Rain1744, Fuente: xHamster

    Desde hace dos años trabajó en las oficinas de una importante multinacional de refrescos en Madrid. Tengo 28 años y la vida me va bien. Tengo un buen trabajo que me aporta un buen sueldo, desde hace un par de meses vivo en un pequeño piso de las afueras con mi novia, Tatiana, una chica rusa que conocí en la universidad cuando ella estaba aquí haciendo unos cursos. Tatiana es de un pueblo perdido de Siberia, aunque se crió en Moscú. Desde el principio me enamoré de ella: piel blanca casi pálida, ojos verdes, rubia y con una complexión delgada. Toda una muñequita. Pese a tener un año menos que yo, es decir, todavía ser muy joven, habla cinco idiomas con fluidez: ruso, castellano, inglés, alemán e italiano. Por cierto, el otro día me comentó que quería empezar a aprender francés. Nuestra relación es muy normal, aunque nuestro sexo es salvaje. Ella es adicta al sexo, como yo, y ambos estamos en plena era de capacidades físicas.En la empresa estaba bien, me sentía valorado y en nuestra unidad de trabajo éramos bastante amigos, exceptuando algún que otro roce típico de una empresa tan grande. Cada cierto tiempo la empresa introducía a prueba a varios candidatos para entrar a trabajar y, tras un breve periodo de formación, nos asignaban como 'guías' para que los nuevos pudiesen comprobar el correcto funcionamiento de la empresa.Me asignaron a una mujer rubia de 41 años. Se llamaba Soraya. Estaba felizmente casada y tenía dos hijos. Ella era un chica bastante delgada, con piel ...
    ... blanca casi pálida y rubia. Tenía ojos color miel, sus características eran muy parecidas a las de mi pareja. Desde el principio me llamó la atención, aunque no tuve ningún deseo sexual hacia ella. Tras varias semanas de prueba, la contrataron. De vez en cuando nos cruzábamos por los pasillos o en la cafetería. Nos saludábamos cortésmente y ella continuamente me agradecía todo lo que le había enseñado de la empresa en su periodo de formación. Poco a poco me fue despertando un cierto interés. Nunca había estado con una chica con esa diferencia de edad y pensar sobre ello me excitaba levemente.Como decía, nunca me había interesado en ella, pero poco a poco me fijaba en su forma de vestir. Siempre vestía faldas muy cortas y blusas que le encajaban como un guante. Andaba de forma muy sensual y sus tacones de aguja cada vez me provocaban la reacción compulsiva de mis pulsaciones. He de reconocer, que pese a tener una vida sexual muy completa con mi pareja, no pude evitar masturbarme un par de veces pensando en mi compañera de trabajo.Ese calentón quedo un poco aparcado en el momento que a Soraya la cambiaron de sección. Casi no coincidíamos. Sin embargo, un día me la encontré en el parking a la salida del trabajo. Estaba bastante agobiada y yo me paré para ver si podía hacer algo. Viendo tal panorama, le dije que si tenía tiempo de tomar una cerveza para relajarse. Accedió y fuimos a un pub cercano. Allí me contó una realidad que me impactó: estaba muy desesperada por salir de la ...
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