El acercamiento - Relatos Eróticos

El acercamiento

Que tal, bueno les traigo un relato nuevo.

Alguna vez nos ha pasado por la mente alguna fantasía con algún familiar, el caso es que yo más que una fantasía he cumplido algunos cometidos que ya os he contado.

Un viernes en la noche, volvía a casa de la prepa, venia en el transporte, cuando en una de las paradas se subió una tía, su nombre era Marisol, 40 años, ojos cafés miel, pelo castaño, un cuerpo admirable y muy deseable, el caso es que al subir noto mi presencia a lo cual se acercó y sentó junto a mí, platicamos un rato y cuando se aproximaba la parada, me pidió que la acompañase a su casa, a lo cual accedí, al llegar ahí, me suplico que me quedase a dormir, noches anteriores habían robado una casa y se sentía desprotegida, marco a mi madre y le comento la situación, y me quede en su hogar, al dormir, me iba a quedar en un sillón, en la planta baja, acomode todo para dormir, pero antes subí al sanitario, cuando llegue a la planta alta, me percaté de que la puerta de su habitación se encontraba entre abierta, eche un ojo y observe a mi tía cambiándose de ropa, estaba a espaldas mía, por lo que solo admiraba su buen trasero, la vi desvestirse y vestirse de nuevo, llevaba una pijama, una blusa blanca traslúcida y un pants muy justo, me encerré en el baño y con las imágenes ya grabadas en mi mente, comencé a hacerme una buena paja, al salir pude observar que mi tía estaba acostada en su cama, entre y le di un beso en la mejilla, pero no sin antes percatar de que no ...

... llevaba sostén, lo cual me puso a full de nuevo, salí y por ese día fue todo. Por la mañana me levanté y me dirigí a la cocina, se encontraba mi tía preparando el desayuno, ella me recibió con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla pero que rozo levemente mi boca, me agradeció el haberme quedado, me dijo:

-agradezco en verdad tu compañía, no sabes lo tranquila que me siento al saber que un hombre como vos se quede a mi cuidado

-no hay nada que agradecer, es un gusto, además un desestres no le hace mal a nadie.

-bueno, el desayuno está listo, me retiro a darme una ducha.

Ella subió las escaleras y entro a su habitación, yo desayune y me retire al sillón, pasarían cerca de 20 min, y decidí subir al baño, al subir note que la puerta estaba cerrada aun, toque, pero no respondió nadie, así que decidí abrir, cuando abrí la puerta me quede petrificado, estaba mi tía desnuda, acomodándose una toalla en la cabeza, al notar mi presencia se tapó los pechos con una mano y con la otra su vagina, y dijo:

-¡dios mío! Que estoy yo, sal sal.

-disculpa tía, como toque y nadie respondió, supuse que ya habías salido.

-no no aún estoy aquí, sal por favor, que vergüenza, yo aquí en cueros.

Se quitó las manos de encima, y me empujo hasta sacarme, cerró la puerta y puso seguro, yo me calenté después de ver semejante hembra, bajé de nuevo y me senté en una silla de la cocina, después de un rato bajo mi tía y se sentó enfrente mío, y comento:

-¡vaya lío se armó hace rato ...