Relación más que prohibida - Relatos Eróticos

Relación más que prohibida

Era un día de estas vacaciones, yo visitaba a un amigo en su casa, en la cual vivía su hermana mayor con sus hijas, al llegar junto con otros amigos, saludamos a todos con cordialidad, llegó el momento de saludarla a ella, ver su cara ruborizada con una sonrisa pícara hizo que recordara lo sucedido un año atrás...

Un año atrás, vacaciones del 2015, habíamos ido con mis amigos a la casa de este otro amigo, la casa se encuentra en el campo, así que ya que íbamos nos quedábamos a dormir. La chica mencionada es Jime, una muchacha de 18 años en ese entonces, la cual es muy linda y tiene un cuerpo bastante desarrollado. Tiene un culo que deslumbra, sus piernas también son muy buenas, bien tonificadas, y sus tetas no son grandes, son pequeñas. Esa noche había agarrado mucha confianza con esta chica, habíamos hablado de muchas cosas y nos molestábamos en modo de chiste uno al otro. Al otro día el resto de la familia se iba por un par de días, y ella quedaba con nosotros ya que no quería ir y tampoco había lugar en el auto; esa tarde jugamos a la pelota hasta que mis amigos fueron a comprar bebidas y carne al pueblo ya que al otro día nos íbamos a pescar, así que nosotros quedamos jugando al vóley en el campo, hasta que nos agarró la lluvia, pero nosotros en lugar de meternos en la casa seguimos jugando, el juego siguió hasta que ella cayo en el barro y al ver que yo me reía, me intentó tirar al barro pero yo la tiré a ella, tomando venganza me salpicó entero de barro y empezó ...

... una guerra que terminó con ambos llenos de barro desde el pelo hasta los pies.

Llego el momento de ir adentro, no podíamos entrar así ya que ensuciaríamos todo, así que fuimos a la parte de atrás donde estaba la manguera para sacarnos un poco el barro, yo me saqué la remera y el pantalón, quedando en ropa interior, no lo hice por motivo de mostrar, sino porque verdaderamente era difícil sacar el barro que teníamos. Así que le recomendé que hiciera lo mismo, ella lo hizo quedando también en ropa interior, nuestros ojos se desviaron al mirar uno al otro, primero fui yo que no pude perder la oportunidad de ver ese culo hermoso y ese cuerpo mojado, lo cual hizo que me dé una erección, y al tener bóxer blanco se notaba mucho. Comencé a hacer lo posible para disimularlo, pero al ver que ella depositaba su mirada en mi bulto me provocó placer, así que lo dejé a la vista; ambos nos analizábamos de arriba a abajo, hasta que sin querer me salió, sin pensarlo, solo lo dije:

—te gusta?

Ella quedó impactada con la pregunta, así que como ya había metido la pata no podía disimular y hacer que no dije nada, así que volví a repetir, a lo que ella dijo:

—¿qué cosa?

—esto (agarrándomelo con la mano)

—...nono, perdón, vi sin querer

El silencio invadió el momento, así que no tuve otra opción de decirle:

—¿segura? porque a mi si me gusta lo que veo.

—(colorada de pies a cabeza) bueno me gusta sí.

—¿querés verlo? (mientras acercaba mi cara a la de ella y le robaba un ...