1. Castigo por puta a mi hija Loly


    Fecha: 23/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    Les hemos compartido en relatos anteriores que tenemos una incestuosa relación, impropia por donde se la mire, pero al mismo tiempo tiene todos los ingredientes de una pasión prohibidísima y todo el morbo que agrega la actitud lujuriosamente perversa de esta pendeja. Esta y las otras historias son escritas con su consentimiento y ayuda para que otros en iguales condiciones se animen a salir del agujero interior del pecado y exculparse difundiendo esta morbosa pasión.
    
    En esta oportunidad les contamos la ocasión en que la nena me llamó al celular confesarme que se había portado mal: -“Papi quiero contarte que tu nena se portó mal, no pude llegar a tiempo para satisfacer tus necesidades de sexo, porque se apareció Alejo, mi novio y me llevó a su casa con la excusa de comprar un regalo para el cumple de su mamá y… comenzó con que se la toque, entonces me tocó y sin darnos cuenta terminamos encamados y me hizo el culo acabando dentro. Sé que me habías pedido que el culo estaba reservado para vos, pero este guacho se calentó y ni me dio tiempo para salirme”
    
    - Bueno, lo hecho, hecho está. Ahora ya sabes que te corresponde el castigo.
    
    - Sí lo sé, la nena se portó mal, como digas papi.
    
    - Bien, ahora te lavas bien, no quiero rastros de leche de ese guacho de tu novio. Te pones ese vestido, el rojo que te queda bien ajustadito, te tomas un Uber y te vienes a mi oficina.
    
    - Solo con el vestido?
    
    - Sí, debajo en bolas, desnudita, estamos! Tienes una hora para estar acá y ...
    ... sacarme la calentura.
    
    La esperé en la puerta de la oficina, la tomé de la mano, sin permitirle decir una palabra, retiramos el auto en la cochera y salimos rumbo al hotel más cercano.
    
    En el trayecto levanté el vestido para comprobar que estaba desnuda, así con la falda levantada hasta el borde de la entrepierna hasta llegar al estacionamiento del hotel. Subimos a la habitación asignada, en el trayecto a subir los dos pisos tuvo que sacarse el vestido y hacer el trayecto desde el ascensor, recorrer el pasillo hasta el cuarto. Sentía el morboso placer de que perciba el temor de salir del ascensor sin saber que puede ser vista caminando en bolas hasta el cuarto.
    
    Sentado en el sillón que había en el cuarto, la coloqué de bruces sobre mis rodillas, desnudita.
    
    - Cómo dice que se portó la nena?
    
    - Mal, papi, la nena se portó mal papi. – la primera nalgada
    
    - Cómo te dije que me debes llamar cuanto te portes mal?
    
    - Si señor…
    
    - Bien, vamos aprendiendo, bien, pero igual vamos a tener que castigarte. Lo entiendes zorrita?
    
    - Sí pap…. Si señor…
    
    Entonces comencé con la disciplina, nalgadas, una tras otra, mientras ella repetía como letanía:
    
    - Me lo merezco por mala chica, por puta. Castígame pap… señor me lo merezco.
    
    Así hasta dejarle las nalgas bien enrojecidas, me miraba con el rostro algo lloroso pero agradecida porque sabía que el castigo era justo y necesario para hacerle entender que puede hacerse coger solamente cuando su papi le concede el permiso, ...
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