1. Mi castigo y mi regalo


    Fecha: 23/12/2018, Categorías: Dominación / BDSM Tabú Masturbación Autor: Sr_T, Fuente: xHamster

    Se lo había pedido muchas veces pero él casi siempre se negaba. Decía que ese tipo de encuentros eran solo para días especiales.El jueves pasado, se lo rogué una vez más en el correo. Me había mojado de excitación mientras lo escribía.- Querido Mr T. Le escribo este correo para pedirle que tenga a bien venir mañana a mi casa para darme mi castigo. Le confieso avergonzada que he pensado cosas que una señorita como yo no debería ni imaginar y me he masturbado desobedeciendo sus órdenes. Le prometo que esta semana no me he tocado en espera de una próxima cita con usted. Estoy preparada y lista para complacerlo en lo que desee. Suya siempre Alice.Esperé su correo pegada a la pantalla, nerviosa, excitada. De forma casi inconsciente me apretaba las tetas evitando bajar la mano hasta el sexo que se humedecía en la espera. No me atreví a masturbarme por si él lo notaba. Nunca supe cómo, pero siempre adivinaba si me había tocado. Me miraba fijamente a los ojos y sonreía. -Hoy ya te has tocado, vístete. Vámonos al cine. Y ese día me quedaba castigada sin sexo.Media hora después entro un escueto correo en la bandeja -" Mañana a las siete y media tendrás tu castigo. Sr. T"Al leerlo casi desfallezco de ansia, me llevé instintivamente las manos a la entrepierna, pero paré en seco sin apenas tocarme. He de contenerme porque si no él lo notará y no me pondrá un solo dedo encima.En mi cabeza se agolpaban imágenes en las que mi amante me penetraba por detrás mientras me tocaba las tetas y el ...
    ... bajo vientre. Me imaginaba como serían sus envestidas y seguro que también me azotaría en el culo, ooh, adoraba el olor del cuero y adoraba aún más el escozor que me dejaba a cada golpe y que después el me tocara dejándome al borde del clímax haciendo que los minutos pareciesen horas.El siempre llagaba puntual, ni un minuto más ni uno menos. Yo le esperaba impaciente con las contraventanas entornadas y dejando que la luz del atardecer iluminara tenuemente la estancia. Oí la llave en la puerta y sus pasos acercándose a la habitación del fondo.Sin mediar palabra me acarició el pelo desde detrás del sofá, después dio lentamente la vuelta y se paró ante mí manteniendo el silencio. Con su pie me abrió suavemente las piernas y me miró fijamente. Siempre me resultaba difícil aguantarle la mirada y bale los ojos hasta el maletín que tenía en la mano. Lo dejó sobre la mesita y se acercó indicándome que me levantara. –Súbete la falda.Me estaba poniendo colorada, dios! no soportaba cuando me sucedía eso, porque él enseguida sabía que estaba deseándolo. Acercó su boca dejando que sintiera su aliento en mis labios pero sin apenas tocarlos. Cabrón! jugaba conmigo sabía que estaba a punto de desmayarme de deseo. -Veo que estas excitada! Eso me complace. Temblaba, con la falda levantada y su pantalón rozándome la entrepierna. Posó una mano sobre mi cadera y comenzó a juguetear con la goma de la braguita. Notaba el pulso acelerándose en mi sien pero permanecía quieta sin moverme, saboreando ...
«123»