1. El señor Manuel (VIII)


    Fecha: 14/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Autor: dbeni72, Fuente: xHamster

    Nuestro vecino salió a ver la obra de su piso. Yo estaba en el salón viendo la tele cuando regresó, y me dijo que iba a dar una vuelta por el centro comercial, por si quería que trajera algo, y que vendría pronto para cenar. Me alegré mucho, ya que parece que todo volvía a la normalidad, y se quedaba con nosotros.Cuando se levantó de la siesta José, le conté lo que había pasado, y la conversación que tuve con el señor Manuel, y que parece que, tras el susto, todo volvía a la normalidad.La polla de José se había vuelto a poner dura cuando le conté que había visto el gran pene de nuestro vecino corriéndose y echando semen. Me empezaba a gustar este juego y ver como mi marido se excitaba, era como que volvíamos a ser chavales que nos calentábamos con facilidad. Fue acabar de contarle lo que pasó, y José se sentó junto a mí en el tresillo, y mientras me daba un beso húmedo, me despojó rápidamente de las bragas, me mandó ponerme a cuatro patas en el tresillo, y sin apenas tregua, se humedeció la polla con saliva, y entró con tal facilidad que me estremecí.- ¡Cómo me pone que calientes al señor Manuel y tenga placer pensando en ti! - me dijo José mientras me follaba a cuatro patas. Estaba totalmente desatado, como hacía tiempo que no le veía, y eso me tenía a mí como una gata en celo, disfrutando a tope cada penetración.Apenas llevaba medio minuto, cuando sentí los latidos de su pene soltando unas gotas de semen en mi interior. Se sentía tan rico, a pesar de no haberme corrido yo ...
    ... aún. Quedamos un tanto exhaustos uno a lado del otro en el tresillo. Yo con un buen sofocón entre el calor y la excitación, y José sin fuerzas, pero a los cinco minutos me empecé a tocar mi húmedo sexo y mi clítoris, y José llevó sus dedos a mi raja, acariciándome los labios, metiendo los dedos, y, una vez húmedos sus dedos, empezó a jugar con mi clítoris.- Ábrete de piernas, cari, quiero ver como te corres pensando en nuestro vecino- mientras sus dedos me volvían loca.Me tenía tan caliente que estaba entregada a cualquier cosa que me hacía y me decía.- Imagina esa polla que entra en este sexo tan rico y te llena de semen.Fue decir eso, y exploté de placer, mientras su dedo me pajeaba el clítoris. Ahora era yo la que quedó totalmente exhausta.Nos fuimos a duchar para refrescarnos antes de que viniera el señor Manuel.- José, ¿decías en serio eso de que te gustaría que me penetrara otro hombre?- No me has comprendido. No quiero que te entregues a otro hombre, pero no sé lo que me pasa con nuestro vecino, reconozco que me pone un huevo pensar que le das placer, bien sea poniéndole cachondo como ya has hecho, o incluso más. No sabría explicártelo, pero me excita tanto que mi mujercita pueda excitar y dar placer a nuestro veterano amigo. Yo creo que es porque le veo tan buena persona, que pienso que no te haría daño.- Pero, José, a mí nunca se me habría pasado por la cabeza que otro hombre me posea.- Ni a mí, pero lo de nuestro vecino no sé por qué motivo, pero me calienta tanto ...
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