1. La realidad (3)


    Fecha: 03/12/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Lucii, Fuente: CuentoRelatos

    Tuvimos otros varios encuentros a solas en mi apartamento. Esa noche mi marido había llegado borracho hasta el culo y cayó en la cama noqueado, inmediatamente se acostó. Lo moví varias veces para despertarlo pero no contestaba, así que decidí ir a la cocina donde Enrique se encontraba con las luces apagadas tomándose unas cervezas ya que había roto con su prometida; sentí el dolor de su corazón, y mis lágrimas comenzaron a salir, mientras parada frente a la puerta de la cocina y él volteó a verme, me tomo de la mano y me arrimo a él, unimos nuestros cuerpos en un abrazo cual me hizo sentir feliz ya que no tenía el calor de mi marido para apoyarme, el de mi hermano era mucho más mejor.
    
    Fui sintiendo como Enrique frotaba mi espalda mientras bajaba sus manos por la tela fina de mi bata transparente dejándolas sobre mis nalgas. Apretó fuertemente mis cachetes traseros y de nuevo volví a sentir corriente por todo mi cuerpo, corriente de tener un macho tan rico como lo es mi hermano Enrique. Pues sobándome las nalgas fuertemente las apretó expulsándome hacia él sentí su pinga pararse de inmediato y quedar firmemente entre la raja de mi chocho, mis pelos vaginales rosaron su pingon mientras nuestros cuerpos hervían del gusto y calor que nos brindábamos. Al rato escuche a mi marido llamarme, y solté a Enrique sin primero dejar de darle un beso de lengua, le dije: "Ya regreso, espérame aquí", sentí sus ojos clavados a mi trasero mientras volteaba la esquina de la puerta de la ...
    ... cocina para ir a atender al borrachón de mi marido.
    
    Luego regresé a la cocina, Enrique había prendido la luz y estaba mirando por la ventana a mi amiga y vecina que también estaba loca como yo de ser penetrada por mi hermanito. Enrique, Enrique, le grite dos veces, se volteó hacia mí y pude ver que todavía tenía tremenda erección, lo miré primero a su pingon y luego a los ojos, diciéndole: "Puedes ir a la tienda necesito unos cigarrillos para el cabron que duerme en mi cama!". Enrique sonrió y de inmediato salió a lo que le pedí. Miré hacia la ventana de mi amiga y vecina con un furor por dentro ya que quería quitarme al macho de mis noches, mi propio hermano. Pero me propuse a hacerlo mío y solamente mío. Al regreso de la tienda me había acabado de duchar, salí con la toalla que casi ni cubría mi cuerpo, porque la más grande pertenecía al borrachón de mi marido, y asimismo con mi pelo mojado me uní a Enrique en la sala, con la luz prendida para que la puta de mi amiga viera que yo también estaba necesitada de ese grandioso pingon. Noté que Enrique me miró las nalgas, y acercándome a él tomé su cuello bajándolo hacia mí, ya les dije que soy bajita de estatura, y besándolo por el cuello le dije: "seré tuya, cuando quieras". Y nos separamos!
    
    Al siguiente día, hubo una pelea entre mi marido y yo donde Enrique intervino, como mi marido es era el que pagaba la renta, no tuve otra opción que pedirle a Enrique que se marchara a vivir con nuestro tío, y que yo pasaría a verlo de vez ...
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