1. Noche de fiesta


    Fecha: 30/11/2018, Categorías: Anal Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos

    Noche de fiesta
    
    Viernes por la noche. Después de un día bastante duro en el trabajo me fui para casa. Quería relajarme un rato y recuperar fuerzas, puesto que hoy había quedado con unas amigas para ir de fiesta por ahí. Y ya sabemos como terminan esas noches. Conoces a un chico, bailamos pegaditos, nos calentamos nos calentamos y luego a follar como posesos donde sea. Y quería follar, tenía muchas ganas. Hoy no seria el chico el que ligase, seria yo.
    
    Llegué a casa, me quité la ropa y empecé a preparar la bañera. Agua muy caliente, sales, música de fondo...y mi juguetito fálico. Sí, para qué esperar por la noche? Me doy un gustazo ahora y luego que me lo den. Primero me metí en el agua y esperé. Y seguí esperando, y casi me dormí allí, viendo como cambiaban los numeritos del reloj digital. Cuando llevaba casi una hora en la bañera, agarré el consolador y me lo pasé por las manos. Me encantaba sentir la forma de sus venas y del capullo entre mis dedos, y empecé a excitarme. Y más cuando pensé en que por la noche iba a hacer lo mismo con una polla de verdad, caliente y que se moviese. Me lo pasé varias veces por la rajita de la vulva, sin llegar a penetrarme. Mis pezones se endurecían con cada pasada del consolador por mis partes bajas, y decidí no abandonarlos. Suavemente me los pellizqué, alternando entre uno y otro, a la vez que poco a poco empezaba a introducirme el consolador. Cerré los ojos y dejé que las olas de sensaciones me invadiesen, mientras mi mano se movía ...
    ... cada vez más deprisa. Con lo cachonda que estaba no tardé en correrme, y no pude evitar que con mis sacudidas saliese agua por los bordes de la bañera. Cuando terminé, me levanté con energías recuperadas y dejé que el agua se escurriese de mi cuerpo, mirándome en el espejo. Me encantaba ver como resbalaban las gotitas de agua, desde mi frente, bajando por las mejillas, la barbilla y pasando por mis pechos hasta llegar al pubis, donde se juntaban todas y caían hechas un chorrillo por mis piernas. hasta volver a la bañera.
    
    Cuando ya no goteaba salí y me envolví con una toalla. Tenía el pelo enganchado al cuerpo, tapándome los hombros. Mientras me peinaba, sonó el teléfono. ¡Joder! No me había dado cuenta de la hora! Solté el cepillo, cogí el consolador para guardarlo y contesté.
    
    -Hola tia!! En diez minutos pasamos a buscarte vale? -dijo mi amiga.
    
    -Ok, no tardéis lentas! -les dije vacilando. Corrí como una condenada hacia la habitación para vestirme pero claro, como no, el tanga estaba aún en la secadora. Así que ya me veis, corriendo como una loca por la casa, se me cayó la toalla y casi me mato. Con las tetas bamboleándose cogí el tanga, y me di cuenta de que aún sujetaba el consolador. No lo había dejado en la habitación? Lo dejé allí mismo, en el pasillo y me fui corriendo a vestirme. Aún no se como lo hice, seguramente batí algún tipo de récord, pero logré estar a punto justo en el momento en que sonó el timbre. Pasé por el pasillo, y vi el consolador, allí, justo ...
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