1. Eyacula para mi, amor


    Fecha: 26/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo1, Fuente: CuentoRelatos

    La mano vagabundeando sobre su pecho vestido sacó a Daisuke de su sueño y dejó escapar un grito ahogado mientras sus pezones se frotaban entre dos dedos y tela. Sintió besos en el cuello, hasta la mandíbula y luego en la mejilla. Soltó una risita cuando el aliento del otro sopló sobre sus ojos cerrados, haciéndoles cosquillas y haciendo que su rostro se arrugase. Labios suaves plantaron besos en la esquina de su boca y justo debajo de sus labios, pero nunca directamente sobre ellos.
    
    -Ken... Ah, deja de bromear-. Daisuke gimió, dando forma a sus labios afelpados en un puchero que sabía que Ken no podía resistir. Escuchó una suave risa antes de que unos dulces labios se encontraran con los suyos. Los dos pares de labios se moldearon juntos, moviéndose suavemente uno contra el otro. Ken deslizó su lengua sobre el labio inferior de Daisuke, pidiendo la entrada y obedeció sin vacilación, dejando escapar un gemido cuando el cálido músculo se deslizó dentro de su boca. Grandes manos recorrieron su cabello, jalando y masajeando su cuero cabelludo al mismo tiempo, provocando otro fuerte gemido que fue amortiguado por la boca de Ken.
    
    Daisuke hizo mover sus manos y enredarlas en el espeso cabello negro de Ken, pero algo se lo impidió. Algo estaba sosteniendo sus manos a los postes de la cama con fuerza, dándole básicamente ningún movimiento de brazos. Los ojos de Daisuke que estaban cerrados durante todo el episodio de besos, se abrieron solo para encontrarse con la oscuridad. ...
    ... Estaba seguro de que era por la mañana, ¿por qué no podía ver? Solo pudo llegar a una conclusión. Él estaba vendado y atado.
    
    Para poner a prueba su teoría, le dio varios pequeños tirones afilados en la muñeca y sintió que la cuerda se clavaba en su piel.
    
    -Ken? -. Una fuerte bofetada fue infligida en la parte exterior de su muslo, provocando un doloroso gemido
    
    - Llámame sólo hoy tu maestro, amor -. La voz ronca de Ken envió escalofríos por la columna vertebral de Daisuke, ciertamente no esperaba que Ken fuera así de pervertido al amanecer de la mañana, Daisuke no tenía idea de qué hora era, pero solo podía suponer que era un tiempo decente si Ken estaba despierto, pero no se quejaba, especialmente no cuando un Ken pervertido quería sexo alucinante.
    
    -Maestro… -. Logró gimotear cuando las manos de Ken acariciaron el lugar donde acababa de abofetear, quemándole la piel en lugar de enfriarla.
    
    -Sí -. Ken colocó su mano libre sobre el torso desnudo de Daisuke, trazando los abdominales duros mientras se inclinaba hacia su novio para otro beso, excepto esta vez, mucho más acalorado. La boca de Daisuke se abrió automáticamente cuando sintió la lengua de Ken sondear en sus labios, emitiendo un gemido que fue amortiguado por la boca del otro. Los dientes chocaron cuando las lenguas lucharon por el dominio, aunque Daisuke admitió rápidamente la derrota, dejando que la lengua de su novio explorara su boca. ¿Quién era él para ganar, especialmente cuando estaba atado y con los ...
«1234...7»