1. MI DULCE Y APASIONANTE ESPOSA TERESA 3


    Fecha: 26/11/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Tan pronto se fue la visita del mecánico Fedro, a mi joven esposa Tere le acometió una especie de acaloramiento, tanto en su conducta, como en su deseo sexual. Andaba de un lado para otro de la casa, y colgada de mi cuello besándome, me decía cosas: “Papito, papito rico, quiero hacer el amor, quiero hacer el amor”, y luego se soltaba de mi, yéndose a otro lugar de la casa. Su conducta era infantil, pero llena de fuego, estaba excitadísima.
    
    Yo creía saber porqué: Era el mecánico el que había dejado a mi esposa en ese sorprendente estado de ánimo. Así que decidí culiarla allí mismo, la desnudé, y le di verga con gran empuje. Ella disfrutando como nunca, parecía que no iba a quedar satisfecha por nada.
    
    Acostado encima de ella, le susurré al oído:
    
    - ¿te gustó la presencia del mecánico?
    
    - El se llama Fedro; repuso, “Si, si me gustó”
    
    - Dime: Cuando yo salí por un rato en esas dos ocasiones ¿El te faltó el respeto, te dijo algo?
    
    Al oír esto, sentí que Tere se puso tensa, y después de un corto silencio, me dijo con una voz un tanto extraña:
    
    - No, se portó bien, no me dijo nada
    
    - Estás segura, ¿no me estás ocultando nada?
    
    Ella me respondió, con una expresión entre pensativa y lejana: “No, no me dijo nada”
    
    ¡¡Ella estaba mintiendo!! ¡¡Estaba ocultando el audaz avance sexual de un hombre que la acarició y la besó en mi propia casa!! ¿Por qué lo hacía? ¿Lo hacía por inexperiencia, por impedir una reacción violenta de mi parte, por ocultarse a sí mismo el ...
    ... deseo que ese hombre había despertado en ella?
    
    Aunque me mienta, yo jamás podía enfrentarla, ella era mi rica niña, tocada por primera vez por el acoso sexual de otro hombre. Además, yo había sido testigo oculto de estos hechos, y en vez de hacer algo, lo había más bien disfrutado, como un cornudo novato.
    
    Pero yo soy un loco, y como la había acostumbrado a hablar de todo, le dije:
    
    - Está bien, pero dime: ¿Te gusta Fedro como hombre?
    
    - ¡¡Diego, que cosas dices….!! y se sonrojó como una manzana.
    
    - Tere, no me has respondido, y no tengas temor: ¿Te gustó Fedro como hombre?
    
    - Ella, mirándome con deliciosa e infantil malicia, me respondió sonriendo: “¡¡No te lo diré, no te lo diré, tu eres muy celoso…!!”
    
    - Ah, bueno, es que quiero invitarlo a venir nuevamente el lunes por la noche.
    
    Al oír esto, Tere cambió de expresión, y muy asustada me dijo:
    
    - ¡¡No, no por favor…no lo traigas otra vez!!
    
    - Yo, disfrutando con intensa emoción este peligroso juego repuse: ¿Por qué?, quiero que estemos otra vez los tres juntos. ¿No dijiste antes que su presencia te había gustado?
    
    - Si, si dije eso, es que…es que…
    
    - Entonces, si él viene el día lunes, invitado por mí, ¿no lo vas a recibir bien?
    
    - Sí, claro, lo que pasa es que….el me intimida, me asusta un poco.
    
    - Va, ¿de qué forma te intimida…sexualmente, como varón? Ella, con los ojos bajos respondió:
    
    - Sí, creo que por eso….y me miró, lanzando un gran suspiro.
    
    - Bien, tú sabes ya que eres una mujer muy ...
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