1. El vecino de estreno


    Fecha: 06/08/2017, Categorías: Gays Autor: Webmonster6910, Fuente: CuentoRelatos

    ... nuevamente gemidos. Ana me daba la espalda besando a Edgar que amasaba su trasero con pasión. Ana le acariciaba la verga y los testículos. El espectáculo era agradable y me limité a dejar hacer, disfrutando los ruidos deliciosos de Ana. Ella, sin soltar la verga de Edgar se fue poniendo encima de él para empezar a cabalgarlo furiosamente mientras él acariciaba todo su cuerpo y cubría los pechos de ella con sus manos. No tardó Ana en venirse reposando un poco para luego moverse un poco más completamente descansando su peso sobre el tronco de Edgar. Hubo una leve pausa. Yo estaba muerto y me volví a quedar dormido. Desperté un momento después, no sé, me despertaron los gritos de Ana que estaba boca arriba, en misionero, penetrada por Edgar que la estaba haciendo venirse otra vez. Quedándose adentro Edgar la dejó tomar aire un poco para luego tomarla por los pies y ponerlos sobre sus hombros. Ana me buscó con su mano izquierda haciéndome que me acercara. Apenas lo hice comenzó a masturbarme. Edgar no dejaba de empujar y Ana me hizo acercarme a su rostro para pedirme:
    
    "¿Te vienes encima?" con un tono pujante y suplicante. Me puse de rodillas a su izquierda y empezamos a alternar su mano y la mía hasta que me hizo vaciarme escurriendo mi semen todo por encima de ella. Uno de los chorros fue a caer en su cara y aquello fue como el desencadenante. Empezó a venirse a gritos ...
    ... intensos mientras que a su vez Edgar comenzó a pujar seguramente por estarse vaciando adentro en la vagina de Ana que ya ni le había pedido ponerse condón.
    
    Quedamos un rato descansando. Ana pasó al baño cuando nos marcaron de la administración si íbamos a renovar el cuarto y fue cuando caímos en la cuenta de que eran las 6 de la mañana. Nos fuimos quedando de repetir en otra ocasión. Remembrando después, Ana no pudo recordar cuántas veces se vino en total. Cuando cuchicheaban en el sillón Kama Sutra él le rogó ir a la ducha porque así fue como la imaginó cogérsela desde la primera vez que la vio. Me contó que cuando yo me quedé dormido y ella también, fue Edgar quien la despertó casi penetrándola cuando todavía estaba dormida. Todo un cogelón con juguete nuevo. O ¿era Ana la cogelona con juguete nuevo? Me hizo saber que mientras yo dormía se la cogió al menos 2 veces más aparte de las que yo me di cuenta, incluyendo una de perrito que lamento haberme perdido.
    
    Debo confesar, al día siguiente y toda la semana siguiente, el sexo entre Ana y yo fue tan bueno, que lo atribuí a la multitud de cogidas que le puso Edgar en una sola sesión. Basado en ello, estuve de acuerdo que lo llevara a la casa un par de veces más y además que se lo cogiera ella sola en 2 ocasiones. Al final me la dejaba más caliente de lo habitual. Yo salía beneficiado y ella disfrutaba a sus anchas. 
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