1. LA NENA TAMBIÉN QUIERE ESTUDIAR


    Fecha: 18/04/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... totalmente los imponentes glúteos, propios de mujeres mucho más desarrolladas, además de lucir una escueta camisetita sin mangas, que enmarcaba dos conitos con tremendos pezones, que no disimulaba para nada. ¿Sabría la nena que yo iría ese día o estaba así para algún chico a quien esperaba ver? ¡Ni hablar de los soberbios jamones que lucía! 
    Me saludaron muy amablemente. La profe comentó, como al pasar, “Ofelia es muy inteligente”, y Peggy dijo algo como “muy buena compañera”. Enriqueta agregó que todo estaba muy bien y que estudiaban mucho.
    ¡Todas intentaban complacerme!
    A la profe no vale la pena describir… Una sola palabra: ¡Soberbia! Todas las tetas, culo, piernas y boca, que vos quieras…, estaban allí. Pero Ofelia tenía razón: de elegir…, ¡a quien primero cogería sería a la nena!
    Luego de intercambiar saludos, fuimos con Queta hacia la cocina.
    -¿Qué? ¿Nos quedamos aquí? – No me interesa el mate; ¡quiero la cama!
    -No, sonso. Vamos al dormitorio. Tenemos como una hora y media.
    ¡Siempre la lujuria nos guiaba con Enriqueta! Desde que descubrí su presencia en el piso superior al mío, no pudimos no portarnos como “sexópatas…” Abrazados, una de mis manos sobre una teta, una de las suyas apretando mi bulto, fuimos a la habitación de Queta. Ella saboreaba mi pija con cálidas caricias por sobre el pantalón. En dos segundos estábamos ...
    ... desnudos. Queta, según su estilo, inmediatamente se arrodilló a mamar. ¡Es una fanática en tenerla en su garganta!
    Rápidamente le retribuí con unas lambetadas de concha. Queta siempre está a punto: está súper húmeda. Era inevitable, lo mejor. Mientras las chicas estaban entretenidas con la profe, nuestra razón de ser, es polvo más polvo. 
    Enriqueta, tanto como Ofelia, también es adicta al anal. Le encanta sentir la pija en el culo. Espero que su sobrina sea igual.
    	A la hora y pico, estando Queta en cuatro, y yo enancado, con los huevos pegados a sus glúteos, vino Ofelia a buscarnos.
    -Terminamos, la profe ya se va. Quiere despedirse. – Nuestra acción no le sorprendió lo más mínimo. Sabe perfectamente que estaríamos haciendo.
    -Un minutito, mi amor. Le lleno el culo y vamos. – Nuestros mutuos estremecimientos nos anunciaba los orgasmos.
    -Si dale, espero. – Ofelia miraba interesada. Un orgasmo compartido.
    Inmediatamente Ofelia se agachó para chupar culo y concha de Queta. Se bebió el semen del culo y los fluidos que quedaban de la hembra. Nos vestimos escuetamente y fuimos junto a Ofelia hacia la sala. La nena saboreando alegremente.
    -Las chicas están muy bien. Van a aprender todo muy pronto. – La profesora está encantada. Y Ofelia tenía razón: ¡qué ganas de cogérmela! Igual que a la nena, muy atenta a cautivar con su mirada y sus movimientos. 
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