1. Un hetero de verdad termina en mi cama.


    Fecha: 06/08/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Subió y bajo su prepucio dos veces, lentamente como si se masturbara, algo decía pero no le oía hasta que dijo “Huelala si quiere pero ni se le ocurra tocarla”. Hipnotizado y excitado me acerque poco a poco a su verga, moviendome en cuatro y parando mi colita como si un instinto natural me colocara así, baje mi cabeza y por un estimulo entreabri un poco los labios “Eeeepa no, pilas, no vaya a hacerlo”. Cerre bien mis labios y le olí la cabeza. Un olor a macho, a guebo limpio y a un poquito de orin, un olor para despertarse en la mañana. Fueron un par de segundos eternos y me aparte un poco dispuesto a olerla toda pero él se la guardo. Ricardo se río y yo también como si lo que hubiese pasado no me matara por dentro. -Bueno ya la vio y hasta la olio. Yo sé que le daba curiosidad, yo noto como me mira el bulto. Así se le quita la idea ¿no? - Yo un poco desconcertado no supe que cara poner pero solo repondí “Aja sí”. Nos reímos de nuevo con un par de bromas que no recuerdo a lo que él me dice, seriamente. “Marico salga que me voy a hacer la paja”. Me impresionó que me dijera eso tanto como que me mostrara la verga. Sin decir nada salí del cuarto y el se levantó cerrando la puerta y colocandole el seguro. No lo espié ni hice nada porque no quería faltarle el respeto, cagarla. Pero seguía tan excitado que me quite la ropa y me fui a la sala, al sofa pequeño, sentandome y colocando mis piernas en cada reposabrazos. Me masturbe y me metí un dedo pensando en la verga de Ricardo, ...
    ... imaginando que salía de la habitación y me cogía ahí mismo. Cuando acabé me limpié en el lavadero. Al rato oígo que abren la puerta y me voy al cuarto. Ricardo y yo nos miramos y nos reímos, todo era muy gracioso quitando la tensión sexual que yo tenía. Pienso que esto dio pie a lo que sucedió luego y algo era seguro, nuestra confianza era absoluta. Las semanas pasaron, trataba de no mirarle el paquete ni el culo que tenía, por el resto de su cuerpo no había necesidad por lo que andaba en boxer siempre en el apartamento. Aún así no podía evitar mirar cuando limpiando o buscando algo se agachaba o se ponía en cuatro, marcando en el boxer sus dos nalgas curvas. O cuando caminaba y su verga se movía, a veces cuando hacía mucho frío su pene se acortaba un poco más en el boxer pero sus bolas predominaban y se movian en un vaiven provocativo. Pero trate de ser más respetuoso, lo juro, eramos amigos. Tuvimos más confianza con respecto a contarnos detalladamente nuestros encuentro sexuales y ya no teníamos pudor al momento de cambiarnos o algo así. Por mi parte no mostraba mucho ya que sabía que no le gustaban los hombres pero cuando él lo hacía miraba de reojo alguna que otra parte que dejaba visible. Así fueron esos días hasta que llego Paola, la chica que por sus fantasías sexuales cumplió las mías. Así ocurrió todo: Ricardo conoció a Paola mientras haciamos la cola del comedor. Era una chica alta con el cabello teñido de morado, blanca muy blanca, con en cuerpo lleno de curvas que ...
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