1. Noche inesperada


    Fecha: 01/04/2024, Categorías: Bisexuales Tus Relatos Autor: scorpio, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Ocurrió hace tres semanas. Somos Romina, (28años)  bomboncito rubio, curvas exactas, piel blanca, ojos azules, muy adicta al sexo y bisexual. Ignacio (30 años) 1,83 de altura, cuerpo de deportista, pelo oscuro y ojos color miel tan amante del sexo abierto y bisexual como Romi. Al día siguiente de comenzar nuestra relación de 8 años de casados, y 4 años de sexo libre y divertido ya conocíamos los gustos de ambos.
    El relato:
    Un sábado a la noche, con muchas ganas de marcha. No habíamos organizado ningún encuentro, ni con el grupo de sexo para una orgía, ni con ninguna pareja para intercambio, ni siquiera otra persona, hombre o mujer para un trío. Nos vestimos y salimos, fuimos a un antro, nos sentamos y antes de que llegara el camarero una hermosa joven se sentó sobre mis piernas. Era muy simpática, vestía con elegancia, lindo rostro, perfumada con Dolce Gabbana Rosso pero sus desventajas eran un pecho casi plano y unas nalgas muy muy chatas y pequeñas. Su conversación era muy culta. Miré hacia Romina y vi su seña de NO.    Nos levantamos, pedí disculpas a la chica y dejé un buen billete como compensación.
    Fuimos a otro cabaruti y allí encontramos otra mujer dispuesta a la compañía. Nos propuso buscar a su socia y amante en otro local para ir los cuatro al telo. No accedí ya que perderíamos más tiempo. Entramos en un alojamiento y nos desnudamos los tres, ...
    ... Romina, la scort y yo. Romina al borde de la cama, panza arriba, en posición oblicua, yo arrodillado en cuatro chupando su exquisita concha. En un momento siento que nuestra acompañante me besa las nalgas, las abre y comienza a lamer esas paredes hasta llegar al agujero de mi culo. Pone su lengua en punta, lo que la endurece y martilla mi goloso ojete. Con una dulce persistencia pero con un martillar firme de ese orificio lo abrió y metió su deliciosa lengua por lo menos 1,5 centímetros dentro de mi esfínter. Nunca recuerdo de haber gozado tanto. los minutos pasaban, mi desesperada calentura aumentaba hasta llegar a un orgasmo y una eyaculación que terminó en el alfombrado piso. Los orgasmos de Romi se repetían con mis labios y mi lengua y después con la boca de nuestra puta, ya que nos contó lo que la calentaba sentirse insultada y despreciada, también no dijo que hacía la prostitución por puro placer.
    Después de ese primer paso, ella comenzó a mamarle la concha a Romina mientras yo se la metía por el culo, que era muy receptivo, señal de uso continuado. Nuevos orgasmos, nuevos susurros y gemidos. Así pasamos hasta la madrugada.  Le llevé en el cocha hasta el bolicha y nos fuimos a cas a seguir cojiendo y comentando la aventura.  En otro relato comentaremos nuestros encuentros sexuales, donde se dan casos de depravación incestuosa. Besos a todos de Romina e Ignacio. 
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