1. Una manicurista muy rica


    Fecha: 19/11/2018, Categorías: Gays Autor: paisaman, Fuente: CuentoRelatos

    Alejandra la niña que me arregla las uñas…
    
    Hace algún tiempo agregue por face, una niña conocida que hacía mucho tiempo no veía, ojee algunas de sus fotos y se veía riquísima, pude ver que en su ocupación decía manicurista independiente, durante algún tiempo me gusta va, me gusta viene, cierto día comenzamos a charlar a menudo y siempre terminábamos los mensajes con un beso, o un me piensas mucho, cosas así.
    
    Un día saque mi permiso por votación llegue a mi casa y entre al face, comenzamos a charlar y le pregunte como iba el trabajo, ella me dice que bien que para la tarde ya no tiene citas, yo le digo que debería hacerme un arreglo de uñas para los pies que las tengo feas, ella me dice que no hay problema que le confirme la dirección y que, en una hora está ahí, que le tenga agua caliente, una toalla y que ella no demora mucho en hacerme el servicio.
    
    Me metí y me di un baño, y no podía ocultar el morbo que me daba pensar en mi manicurista rica, puse a calentar el agua, aliste la toalla, y me quede en pantaloneta, camiseta y chancletas, no me puse ropa interior por lo que era notable mi miembro, en la pantaloneta guarde un preservativo por si algo sucedía. Ella llego antes de lo acordado, pero ya todo estaba listo, le abrí la puerta y le di un abrazo porque hacía tiempo no nos veíamos en persona, ella más bajita se acercó a mí y me respondió el abrazo largo, mi pene le quedaba a la altura del abdomen y estoy seguro que noto mi erección, le ayude a ponerse cómoda, le ...
    ... serví jugo y la mire con alegría le dije que estaba muy bonita y que me alegraba verla, ella sonrió yo le di la mano, la acerque a mí y le di otro abrazo grande, esta vez yo sentado y ella de pie, la solté suavemente pero no la deje despegar de mí, ella me miro y fue inevitable un corto y dulce beso en los labios.
    
    Nos sentamos a hacer el arreglo de uñas, yo en una silla cómoda tipo poltrona, ella en un pequeño asiento muy bajito, llevaba puesto una blusa de tiras escotada que dejaba ver sus ricas y jugosas tetas, y unos leguis que en la posición que estaba marcaba su rica y dulce chocita, hablamos mucho rato, deje que hiciera su trabajo, pero no perdía de vista sus tetas, ella lo notaba y de vez en cuando se las acomodaba, pronto mi arrechera gano vida, y le dije que no deseaba barniz, que solo era necesario el arreglo. Me seco los pies, me hizo un masaje con crema y yo le dije que ese masaje estaba como para las piernas, ella sonrió y me dijo que eso valía mas, se puso mas crema en mis manos y comenzó a subir lentamente hasta la altura de los muslos, un poco más debajo de donde llegaba mi pantaloneta, ahí me dijo que si estaba bien, yo le dije pues nada mal, pero mis pies no terminan ahí, ella menciono que la pantaloneta no dejaba que me aplicara más crema, por lo que me avente y le dije, que si era necesario que me la quietara, ella me miro nerviosa y me dijo que la puerta aún estaba abierta, yo le dije que no era problema que la cerrábamos, ella asintió con la cabeza y ...
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