La nena de la tienda - Relatos Eróticos

La nena de la tienda

Tenía años comprando mi despensa en la tienda de la colonia y todo era por ver las nalgas de la dueña que le gustaba ecxibirse en leggins o minifaldas y por eso hacia mis compras ahí además con el tiempo ví crecer a una de sus dos hijas que en 3 años se desarrolló y se puso bien buenota e igual que su mamá le gustaba mostrar lo que tenía y muchas de las veces que me atendía note que al recibir mi dinero o darme mi cambio me tocaba la mano y me di cuenta que no me hacía mala cara hasta parecía gustarle tocar mis manos y me trataba bien hasta pensé que era por ser cliente y algunas veces la encontré por la calle sola y me saludaba fue hasta una tarde que fui de compras y estaba ella y su mamá atendiendo pedí lo que necesitaba y la sra de treinta y tantos fue la que me atendió me dejó todo ido al pasar a la rebanadora andaba con una minifalda corta ajustada mis ojos recorrieron sus nalgas y piernas me quedé pensando lo rica que estaba cuidando que los clientes que entraban no me vieran andar de lujurioso rápido me atendieron y Ximena fue la que me cobró al entregar en billetes ella agarró mi mano como algo accidental note que sonrió al ver que yo le pase la mirada por su cuerpo y al darme el cambio me puso el cambio en la mano poniendo su otra mano abajo de la mía dejando entre las suyas la mía y ...

... sonrió traviesa yo le pase la mano en la palma rosando con la punta de los dedos y me despedi con gracias y hasta luego la nena sonrió y Vi el brillo de sus ojos salí de ahí buscando con la mirada a la dueña que salió al pasillo y me dejó ver su hermoso cuerpo bien formado por el ejercicio pasaron varios días hasta esa tarde que fui por unas cosas que necesitaba para comer y al entrar a la tienda de pasada ví que solo estaban Ximena y su hermana menor atendiendo entre hasta el pasillo donde tenían la mercancía que yo necesitaba y me puse a buscar en eso Ximena llegó pudiendo permiso para pasar y como era un lugar reducido para dejarla pasar di medio paso atrás y Ximena se movió y diciéndome que necesitaba se detuvo frente a mi poniéndome sus ricas nalgas sobre mi paquete no había más clientes solo ella y yo volteo a ver si la hermana menor nos miraba yo tenía pegadas las nalgas de Ximena que me preguntó que más quería y le pedí una lata de chiles en rajas y sin despegarse de mi alcanzó lo que yo pedí y no se aparto para ese momento ya tenía bien duro el pito bajo mi pantalón su hermana no podía vernos estábamos parados atrás de un anaquel que tenía cosas para mascotas y no llego ni un cliente estaba nervioso porque podía llegar la dueña de la tienda y yo estaba bien pegado a las nalgas de su hija