Su puta mariana - Relatos Eróticos

Su puta mariana

Siempre hay una fiesta de bienvenida cuando llego a mi rancho, tantos humanos y animales. los chicos saben que deben que tener el camino de la entrada libre para que pueda correr y darles un gran abrazo y un beso.
Atodos los que me están esperando y sé que siempre esperan mis visitas tanto como yo. Sólo llevo una camiseta fina de algodón enseñando escote y una mini falda vaquera con tacones altos y sin sosten para mostrar les mis pezones duros con orgullo ni me sorprende cuando siento algunas que otras manos desviándose hacia varias partes de mi cuerpo y ni me importa cuando me agarran de nalgadas los tipos de mi rancho no más les sonrió porque lla saben que me encanta y también que me llamen puta oh tetona hasta  vieja pendeja aunque unos todavía me llaman por mi nombre Mariana y respondo hola con saltos  dejando mis enorme tetotas rebotar afuera para que todos las vean y me retraten así ando hasta que llegue con.
Mi caballo y burro siempre están feliz de verme y me dan un relincho o dos mientras paso mis manos por sus cuellos y debajo de su vientre. Su enorme polla de caballo ya está empezando a emerger y simplemente no puedo resistirme y empiezo a acariciarla para que crezca aún más. Me arrodillo allí mismo en el público y me lo meto en la boca la gran polla de caballo .
Todos los chicos se acercan sigilosamente a la cerca y me miran, pero lo único en lo que puedo concentrarme es en la polla de mi caballo, pasando mi lengua por su pene y luego metiendo todo lo que ...

... puedo en mi boca, pasando mis labios por su eje.
"No te tomó mucho tiempo, ¿verdad Maríana?" comenta unos de los rancheros.
"Me encanta verte chupar esa polla de caballo, puta asquerosa", dice otro.
"Saca te esas enormes bazucas, zorra, deja que tú caballo te folle".
Casi sin pensar, me estoy quitando la blusa y haciendo rebotar mis tetotas con una sonrisota arrodillándome justo debajo de él y bajando la polla de mi caballo para frotarla entre mis montículos.
Mi caballo  se excito y uno de los rancheros  se sube a su cabeza para mantenerlo firme mientras yo trabajo su polla sobre mis tetas.
Siento la humedad goteando de mi coño y la necesidad de llevarlo adentro de mí es abrumadora. Me subo la falda hasta la cintura, me giro y me inclino, arrastrándome aún más debajo del gran semental. Meto la mano entre mis piernas abiertas, llevo la polla del caballo a mi coño y empiezo a amasarla en mi agujero.estirando los bordes a su vez para acomodar la gran polla del caballo.
Un suspiro se escapa de mis labios y empiezo a respirar profundamente mientras masajeo al caballo más y más dentro de mi coño.Los chicos se acercan más para verme tomar la polla del caballo y  parece saber que es hora de follarme, ayudándome a empujar su polla hasta mi pared pélvica. Su polla late dentro de mí y el tiempo parece detenerse. No sé cuánto tiempo estoy allí, doblada por la cintura con esa enorme polla de caballo dentro de mi cuerpo cuando de repente casi me vuelvo al suelo cuando se libera todo el ...