1. Alicia 04/25


    Fecha: 16/11/2018, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    Nos desperezamos y encaminamos al baño, parecía natural que la ducha sería conjunta, compartida. Siguiendo atávicas costumbres cerramos la puerta con pasador y nos detuvimos fugazmente cruzando las miradas. Sería la primera vez que contemplásemos nuestros cuerpos desnudos, que la carne no estuviese escondida por esos trapos que insinúan su interior. Abrí el agua para que el vapor comenzase a llenar el ambiente, mientras Alicia se sentaba en el inodoro, con la faldita levantada y la bombachita hasta las rodillas, dejaba escapar el líquido con un sonido que me hacía erizar, adivinaba esa partecita abriéndose para soltar molestias acumuladas y produciéndole un suave desahogo. Al pararse quedamos algo estáticos, venía la decisión de quitarnos las ropas, la reacción natural fue aproximarnos y buscar los brazos del otro, entre caricias y besos le fui levantando el camisón y apreciando aquella ninfa solamente en paños menores, con unas sandalias que descubrían la mayor parte del pié. La parte más importante era su bombachita, blanquita prenda de algodón que cubría las partes nobles o no tan nobles de esa hermosa anatomía femenina en miniatura. Debía ofrecer una paridad en la situación por lo que hice volar mi camisa y pantalones. Solamente en slips no podría ocultar propiamente el estado de excitación, pero eso ya no importaba ahora. Tratando de prolongar el momento la acariciaba por todo el cuerpo, deteniéndome en su calzoncito y repasando con los dedos unos animalitos que ...
    ... tenía. Todo eso para llegar al instante de tomar la parte superior, donde está el suave elástico, y deslizar todo con ternura hacia abajo, por partes, como dudando, pero hasta llegar a los piecitos que levantó con gracia para que termine de retirar la prenda. Viéndola totalmente desnudita, regalándome una mirada entre traviesa y amorosa, no pude resistir el abrazarla con todas las fuerzas y cubrirla de besos. Así abrazada la alcé y nos metimos en la bañera, yo aún tenía una prenda y debo confesar que cierta vergüenza para quitármela. Mientras la depositaba con suavidad bajo el chorro de agua podía percibir la alegría que le producía la nueva situación, algo como oficializar un noviazgo, por lo que me bajé la mojada ropa y quedamos en pura piel. Por suerte la noche anterior había tenido una descarga satisfactoria por lo que lograba mantener una semi-erección, sin ostentar el tamaño que hubiese infundido temores en mi chiquita. Parece que la parte velluda atraía su atención, ya que sus manitas se dirigían lentamente a explorar esa zona, y sus ojos devoraban las formas de la carne en vivo, que anteriormente había reconocido en forma táctil solamente. Tomé el frasco de shampoo y derramando un poco en su cabecita inicié el lavado, más que lavado era masajearle los cabellos ahora mojados y más graciosos, que además le obligaba a cerrar los ojitos para que no le entrase espuma. Esta situación era aun más morbosa por el hecho de que la podía observar por cada rincón sin que ella lo ...
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