1. Me convertí en el sustituto de su mujer.


    Fecha: 16/11/2018, Categorías: Gays Autor: nastyjulio22, Fuente: SexoSinTabues

    ... chico y no debes saber de esas cosas Yo: -No se preocupe Don Teo, ya me he enterado de ello por la escuela Don Teo: -De todos modos, que pena, mejor te leo este capitulo Me resultaba gracioso que me dijera tal cosa, pues yo de inocencia no tenia nada. Pero irónicamente su comentario no despertó en mi interés alguno en la posibilidad tener algún contacto sexual con él, al contrario, me causo ternura. Un día todo eso cambio, salí al patio a tender una de las sabanas que la señora había orinado, pero no alcance a divisar a Don Teo por ningún lado, se me hizo extraño, pero me dirigir al fondo del patio para tenderla, cerca de un tejaban donde guardaban cosas, y antes de llegar, pude verlo con el pantalón a las rodillas masturbándose frente a la foto de una mujer posando en un auto desnuda; sin que se diera cuenta pude ver su pene, y quede fascinado por lo que mis ojos contemplaban, su pene, aunque flácido porque no se erectaba del todo, era enorme y venudo! Él solo pujaba y balbuceaba cosas que no lograba entender, y antes de que pudiera verme, me metí a la casa sorprendido por lo que había visto. Yo continué con lo mio como si nada, y los 20 minutos entro preguntando si yo deseaba que me ayudara, busque en su mirada algún indicio de pena ante el hecho de describirlo, pero fue en vano, de plano sabia disimularlo o de plano no se dio cuenta. Los siguientes días, me apenaba mirarlo a los ojos y que me echara en cara el haberlo visto, pero nada en absoluto, como si aquello no ...
    ... hubiese pasado en realidad, poco a poco fui olvidando el tema, y aquel evento, no cambio en nada mi relación con él, pienso yo en gran parte a la fatiga que me causaba la escuela, el ir a ayudarlos y los esporádicos encuentros con Don Pedro cada semana. Pasados dos meses de estar trabajando en esa casa, ya aclimatado, Doña Chuy, me propuso pagarme 400 pesos mas por quedarme a dormir ahí los fines de semana, debido a que necesitaba que vigilara a los viejitos por las noches al menos esos días, yo acepte no si antes consultárselo a mi mama, quien no se opuso y me dio visto bueno. Un sábado, llegue tarde a la casa de los señores por culpa de las tareas de la escuela, tenia mucho quehacer y la casa estaba hecha un asco, pero como pasaría la noche ahí, al menos tenia tiempo de sobra, empece por fregar los platos de la comida que antes ya había preparado, acomodar las camas, bañar a la señora, barrer y trapear. Ya pasaban de las 7 de la tarde cuando muy a penas me ponía a trapear, y debo decirlo, bajo aquellas circunstancias, ser gordo me molestaba, pues me impedía moverme con mayor agilidad; salí al patio a enjuagar el trapeador en el lavadero para dar la última coleada y ya estaba sudando como nunca antes en mi vida y ya renegaba, mientras Don Teo, como de costumbre, reposaba en su silla. Él me observaba como batallaba con el trabajo y me lanzaba miradas burlescas por el esfuerzo que hacia. -Don Teo: Rafita!… mira no mas como andas, ya deja eso, descansa un ratito Yo: Gracias, ya casi ...
«1234...8»