1. La partida de lamedores (II)


    Fecha: 15/11/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    No iba a ser un día cualquiera.
    
    Los cuatro lo sabían, pero ni se miraban a los ojos ocultos como siempre. Llevaban seis meses juntos, seis meses cómplices, y no sabía ninguno nada de los demás. Sólo conocían la avidez, la violencia, la torpeza con que cada uno se había comportado hasta entonces con las tantas mujeres a las que habían lamido por turnos las plantas de los pies, a las que habían acabado desnudando, violando, usando como los lobos solitarios que siempre fueron. ¿Cuántas veces habían mandado al carajo la regla de oro?¿Por qué ninguno de ellos tomaba la decisión (que todos esperaban)de acabar con aquello? ¿Cuándo empezaron a romper las reglas? Desde el primer día, desde la primera vez, desde Elena, que tenía menos edad de la pactada pero los pies más jugosos y los senos más duros y más suaves que jamás habían vuelto a probar. Y que se resistió más que nadie, más que ninguna de las otras, y los excitó más.
    
    Torpes.
    
    Era su primera salida. A Elena la habían elegido por aclamación. "Si vestida es tan apetecible, si sus pies son así dentro de las sandalias, ¿cómo serán en nuestras manos?" Se repartieron los turnos. "Sólo tiene dos pies" "A mí no me importa lamer sus manos mientras tanto" "Ni a mí su almejita". Silencio. "Era broma, ya sé que no se la vamos a ver nunca, sólo me imaginaba...Venga, chicos, que es una broma"
    
    ¿Por qué no le expulsaron en ese momento, por qué le dejaron continuar, le dejaron que les infectara, que fuera el primero en sujetarla y ...
    ... gritar que sólo llevaba una camisa, que no lleva sujetador tíos, ni bragas, que va desnuda ya, que no me jodais que no os apetece darle un repaso ahora que le habéis abierto así las piernas, hostia que no le jodieran que no eran los pies más ricos que iban a probar nunca...
    
    Sí, con Elena, desde el principio, desde esa lamentable primera salida, todo se jodió.
    
    Todo iba a ser muy sencillo, la chica tenía que atravesar un parque para llegar a su casa, allí la esperarían, después de haberse cerciorado de que nadie en las proximidades estorbaría su actuación.
    
    Los cuatro estaban muy nerviosos, estaban muy excitados, hasta tenían miedo, sobre todo tenían miedo. La noche había caído ya hacía un buen rato, y la inquietud les iba a forzar a desistir cuando escucharon las risas que se les acercaban. Eran dos, Elena no venía sola, la acompañaba una amiga, ella sí tenía aspecto de la adolescente que era, que ambas eran.
    
    -"Vámonos, son unas niñas, nada de menores, ¿recordáis? Además son dos, no estaba planeado así, ¿cómo vamos a impedir que alguna dé la alarma. No. Nada va a salir bien, vámonos, coño. ¿Me oís?".
    
    Pero no le oían, no iban a escuchar nada. Los otros tres ya habían observado cómo las amigas se separaban con dos besos. Elena estaba sola, venía hacia ellos, y no tenía aspecto de menor, y si lo era, debería de faltarle poco para dejar de serlo. Cualquier excusa servía, como le sirvió al lobo con el cordero en aquel arroyo de la fábula.
    
    -"De aquí no se marcha ...
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