1. En la piscina


    Fecha: 10/11/2018, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    -¿Por qué no provechas y haces topless un día?
    
    Carmín, mi mujer, siempre ha sido súper cortada, le cuesta mucho todo lo que tenga que ver con la sexualidad, aunque, cuando se suelta es una bomba. Supongo que será su carácter o la forma en que la educaron. Este verano hemos alquilado un chalet con piscina y yo llevaba ya semana y media pinchándole para que aprovechase la privacidad de la piscina rodeada de un espeso seto para tomar el sol en topless o se bañara desnuda. Ella se reía, me decía que si estaba tonto y cambiaba de tema, así que esa mañana volví a soltarle la preguntita más como un chiste por repetición que pensando en que de verdad lo hiciese. Se rió como siempre y contestó:
    
    -Cualquier día te tomo la palabra y te llevas una sorpresa.
    
    -Vale, lo que tú digas. Me voy fuera a limpiar la piscina.
    
    Y allí me fui, cogí los arreos para quitar las hojas de la superficie, el limpia-fondos, la manguera y me puse a la faena. Quité las hojas lo primero y me puse luego con el limpia-fondos No llevaba ni dos minutos cuando Carmín salió al jardín. Como otras mañanas llevaba las toallas, la crema solar y las gafas de sol. Se echó en una de las tumbonas y empezó a untarse crema por la cara y los brazos. Yo seguía a lo mío, pero sin dejar de echarle miradas a cada rato. Carmín tiene una cien de pecho, copa E y en bikini está espectacular. Bueno en realidad está espectacular con cualquier cosa que se ponga, porque sabe sacarle partido al escotazo que se gasta. En esas ...
    ... estaba yo, limpia que limpia, cuando un movimiento atrajo mi atención. Y es que Carmín se acababa de soltar la parte de arriba del bikini. Sus senos mostraban la marca blanca de la prenda que se acaba de quitar y ella empezó a darse crema, bastante abundante (no le gusta quemarse, lógico). Ver sus manos manoseando sus pechos me estaba poniendo malo, y me provocó una erección más que evidente, más cuando pasó a untarse los pezones, que se le pusieron tiesos, duros y con las amplias areolas claramente arrugadas y oscuras.
    
    -La piscina no se limpia sola.
    
    La voz de Carmín me sacó de mi sorpresa. Lo cierto es que no me lo esperaba, y me había quedado atontado viéndola untarse la crema. Carmín se rió y yo seguí limpiando con las orejas coloradas y la poya tiesa. Ella continuó dándose crema por las piernas, los muslos y el colmo llegó cuando se abrió de piernas y empezó a untarse la parte interna de los muslos. Casi me corro en el bañador. No podía verle los ojos detrás de las gafas de sol, pero la media sonrisa me dejó claro que se había dado cuenta perfectamente de cómo me estaba poniendo. Sus manos se deslizaban despacio, con toda intención, rozando el filo de sus braguitas. La cabrona me estaba provocando a base de bien. Tras darse un magreo importante, por fin se tumbó a tomar el sol y yo me puse a terminar la limpieza con el estorbo del bulto de mi bañador. Al final terminé, recogí toda la herramienta y me la llevé a la caseta. Estaba colocando todo dentro cuando oí un ...
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