1. Me arrepentí


    Fecha: 25/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    La historia que les voy a relatar sucedió el 31 de diciembre de este año. Nos encontrábamos en casa toda la familia reunida con motivo de la celebración de noche vieja. Cuando dieron las campanadas y tras tomarnos las uvas me preparé para llevar a mi hija y a unas amigas a la fiesta a la que iban a acudir.
    
    Primeramente fuimos a recoger a Rosa, ella tendría unos 18 años, era mas bien gordita, con gafas, pero muy simpática. Después fuimos a por Lorena, esta amiga era un poco más mayor, tenía 20 años, rubia y muy atractiva, y por último nos esperaba en la puerta de su casa Silvia. Silvia era una preciosidad, nunca podía evitar mirarle el culo, cuando venía a casa, lo tenía perfecto, así como unas tetitas que aunque no siendo muy grandes eran de lo más apetecibles, tenía 18 años al igual que mi hija y Rosa, tenía el pelo negro por debajo de los hombros y llevaba un traje negro de fiesta muy corto que dejaban ver sus preciosas piernas que le hacían a uno imaginar lo que no debía imaginar.
    
    Pasado un tiempo llegamos a la fiesta donde había una gran cantidad de jóvenes congregados y tras advertirle a las chicas que tuvieran mucho cuidado las deje y me volví para casa. Estuve unas horas tomando copas con los amigos y familiares hasta que dieron las seis y decidí ir a por las chicas ya que habíamos quedado a las seis y media en la puerta de la fiesta.
    
    Yo iba un poco alegrete ya que me había pasado de copas. Cuando llegué estuve esperando unos 20 minutos hasta que apareció ...
    ... mi hija con Silvia a cuestas, llevaba una borrachera tremenda, la metimos en el asiento de atrás y mi hija se marchó en busca de las otras amigas. Yo estaba en el asiento de adelante y me volví para intentar reanimar a Silvia pero estaba profundamente dormida debido a su borrachera.
    
    En esto que no pude evitar mirar a su entrepierna y pude ver que se le veía un poco de sus bragas . Volví la mirada rápidamente hacia delante, pero fue imposible controlarme y volví a mirar. Me estaba poniendo a cien mi verga se empezó a endurecer, y así, sin parar de mirarla me la saqué por debajo de la chaqueta que llevaba puesta y empecé a masturbarme. Era delicioso y decidí ir un poco mas allá, le subí el traje con mucho cuidado para que no se diese cuenta dejando ya toda sus bragas a la vista.
    
    Me masturbaba con mucha más fuerza sin dejar de mirar a Silvia y a la puerta de salida de la fiesta por si venía mi hija y sus amigas y me pillaban.
    
    Cerciorándome que nadie me veía, que mi hija no venía y que Silvia seguía completa mente inconsciente desde el asiento de alante me recosté un poco hasta llegar a Silvia, Con mucho cuidado le aparté la bragita y comencé a tocarle su chochito con una mano y con la otra seguía pajeandome era maravilloso, ella no se percataba de nada, mi eyaculación se resistía debido al alcohol, y ya temía por que viniese mi hija y sus dos amigas.
    
    Estando ya apunto casi de explotar mi pene, miré de nuevo a la puerta de la fiesta y Hooo!!!! Noooooo!!!!! Ahí venían ...
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