1. Aventura por desventura


    Fecha: 22/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Hardcore, Autor: peter_canter, Fuente: xHamster

    Mi nombre es Alberto, tengo 42 años y les contaré una historia que se gestó en un autobús, viajaba regreso a casa cuando en una parada sube una mujer que me dejó sin habla; era bellísima todos los hombres volteaban a verla, era aproximadamente de 35 años, 1.75 de estatura, cabello largo y ondulado de color rojizo, vestía un peto blanco muy ajustado con un escote que dejaba al descubierto parte de sus dos maravillosos pechos y sus pezones, mi mirada se deslizó hacia su cintura luego más abajo y quedé pegado observando esas piernas que se lucían perfectamente tras una minifalda de color negro con un pequeño tajo al lado de la pierna. Yo no daba más, la desnudaba con mi mirada y a ella le gustaba, se mostraba y le gustaba que los hombres la observaran, se sentó un asiento en diagonal al mío, yo tenía una posición estupenda podía contemplarla en su plenitud, sentada se veía su cuerpo esplendoroso y bien trabajado tenía una colita redonda que le levantaba su mini mostrando casi el final de sus medias. Yo observaba atónito cuando ella se para y se dispone a descender, casi por inercia me paro también y bajo con ella. Ya en la parada ella toma su rumbo y yo la sigo disimuladamente hasta que ocurrió el accidente más hermoso que pudo ocurrir, ella en una esquina se tropieza en una cuneta y cae al suelo yo me le acerqué y le pregunté si estaba bien me dijo que no podía sentir su pie, ella estaba sentada en el suelo e intentó levantarse pero yo se lo impedí y le dije que se sentara ...
    ... que no era bueno forzar su pie, le tomé el tobillo y se lo comencé a tocar, le pregunté si le dolía y ella me dijo que no sentía nada no sentía su pie, mientras conversábamos yo dirigía mi mirada a su entrepierna tenía una bombacha de color negro muy pequeña con encajes lo mejor era que estaba un poco hundida en su vagina mostrándola totalmente. No sé, si dio cuenta, pero me dijo que vivía cerca de allí y yo me ofrecí para cargarla a su casa, le dije que me abrazara y la tomé por las piernas y de un golpe la levanté, fue una sensación deliciosa ella aferrada a mi cuello y yo tocándole las piernas, me controlé como pude para no meterle mano ahí mismo pero mi pene estaba paradísimo y se me notaba mucho por encima del pantalón, llegamos a una puerta y del bolso sacó una llave con la cual entramos, me dijo, déjame en el sofá, cosa que hice me dio las gracias y me dijo que me tenía confianza de otro modo nunca me hubiera dejado entrar a su casa pero dada la situación y se sonrió de una manera tan sexy , le pregunté si estaba sola y ella respondió afirmativamente le dije si necesitaba algo y me dijo que no por ahora pero que no quería quedarse sola en esas condiciones. Me agaché y tomé su pierna dejándola estirada hacia una mesa de centro, la volví a tocar y le dije que si sentía algo ella dijo que no, subí mi mano a su pantorrilla y me dijo que todavía no sentía nada le comencé a masajear su rodilla y seguía diciendo que no sentía nada pero su rostro era otro; sus ojos ocultaban un ...
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