1. Mi cita con Diana


    Fecha: 06/04/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Ese día salí de trabajar, no me sentía cansada pero de todos modos fui a mi casa, pero tenía ganas de tomar un café, así que llegué a una tienda de conveniencia y compré uno, terminé de pagar y alsalir, me encuentro con Diana, una de mis amigas con derechos, nos saludos muy efusivamente, tenía semanas de no saber de ella.
    
    Ella me pidió que la esperara, así que lo hice, tambien se compró un café y nos fuimos a una placita a platicar; nos pusimos a fumar y hablar de diversas cosas, todo con ella era muy agradable,
    
    Así estuvimos por poco más de una hora, cuando de repente, ella me pidió que la acompañara a su casa, estaba sola y queria seguir la plática allá, acepté y fuimos a su depa, que era chico, pero muy bonito al entrar, estaba una salita con dos sillones y una mesa de centro.
    
    Me dijo que me sentara y me pusiera cómoda, ella entró a su recámara, y yo estaba en la sala, solamente me quité los zapatos y prendí otro cigarro mientras la esperaba; admiré la decoración sencilla que tenía en su depa y me gustó, me sentí relajada.
    
    De pronto, Diana salió de su recámara, solamente vestida con una bata de seda corta, me gustó verla así, se veía muy sexy y se lo dije, ella me agradeció, pero el verme con ropa no le agradó mucho.
    
    -Te dije que te pusieras cómoda, cariño, y aún estas vestida, me dijo.
    
    Yo no capté la invitación, le pedí disculpas y de inmediato comencé a desnudarme, me quité la ropa en chinga y ya que estuve desnuda, me le quedé viendo y me senté encima ...
    ... de ella y comencé a besarla, ella estaba muy caliente, y ella me calentó a mí; nuestras lenguas jugaban entre sí, sentía sus manos recorrer mi espalda, besó mi cuello y tocaba mis nalgas, me encantaba cómo lo hacía.
    
    Comenzó a mamarme las tetas, yo me estremecí mucho, ya que me encanta que lo hagan, mis pezones estaban muy duros, ella era muy buena mamándomelas; de pronto ella dejó de hacerlo, me separó de ella y se abrió la bata, sus senos eran divinos y se los acaricié mientras la volvía a besar, me pidió que se las chuapra y eso hice, las tenía riquísimas.
    
    -Mámame la panocha, Faby, estoy muy mojada por tí, mmmmmm.
    
    No me lo dijo dos veces, me arrodillé y separé sus piernas, a pesar que estaba algo llenita, tenía depilada su conchita y así me gustaba más, separé sus labios y empecé a usar mi lengua, recorrí sus labios y sentí que estaba super mojada, ella presionaba mi cabeza para chupársela mejor, cosa que le agradecí (pero no le dije),ya que pude darle un mejor sexo oral a ella, mientras mis manos acariciaban sus tetas.
    
    Los gemidos de Diana me encantaban, me pedía más y yo fascinada en mamarle más la panochita mojada, estaba más buena que la vez que se la chupé en casa de Yesenia, me metí dos dedos en su vagina, y resbalaron muy fácil, la dedeé un buen rato mientras mamaba su clítoris, sentía que su orgasmo estaba cerca, por eso aumenté la intensidad de mi mamada, ella acabó muy rico y se arqueaba casi gritando de placer; me decía muchas palabras altisonantes, ...
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