1. Mi esposa le da un espectáculo a los albañiles


    Fecha: 03/04/2024, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Rente un air bnb en la playa para el fin de semana con mi esposa ambos tenemos 34 años, cuando llegamos al lugar nos percatamos habían varios albañiles trabajando en el techo de enfrente, realmente en ese momento no le dimos importancia.
    
    Entramos a cambiarnos, tomamos unas cervezas en una hielerota y nos fuimos directo al mar a pasarla bien todo el día. La playa estaba a tan sólo una calle así que volvimos caminando, estuvimos tomando cerveza todo el día así que andábamos un poco alcoholizados y no parábamos de reír, en la parte delantera de la casa está una regadera exterior que usa para lavarse la arena antes de entrar, mi esposa se empezó a lavar el cuerpo mientras yo esperaba mi turno, en eso empecé a escuchar unos cuchicheos, me di cuenta que los albañiles de enfrente nos alcanzaban a mirar y además lo hacían muy fijamente, bueno más bien a mi mujer quitándose la arena de las tetas y el culo aunque traíamos los trajes de baño puesto.
    
    Unos minutos más tarde entramos a la casa directo al baño para ducharnos como se debe, nos pusimos bajo la regadera para enjabonarnos ...
    ... pero apenas salía un chorrito de agua, parecía que no había presión del agua dentro de la casa, era todo un problema bañarse bien con tan poca agua cayendo sobre nosotros, además estábamos llenos de jabón en ese momento, en tono de broma le dije a mi esposa que tendría que bañarse afuera y darle el show a los de enfrente que tanto la estaban morboseando, (con una sonrisa pícara en la cara) ella dice pues por mi está bien, no tengo problema, total sabes que no soy penosa en lo más mínimo.
    
    Agarro el shampoo, salió de la casa y se puso bajo la regadera de la terraza a bañarse como si nada, los albañiles de inmediato se dieron cuenta, la estaban mirando tratando de no ser tan obvios, yo me excite rapidísimo mientras veía como se enjabonaba sus ricas tetas, se las agarraba de una manera tan rica, luego bajo su mano para enjabonarse las nalgas, después de unos minutos, cerro la regadera se enrollo una toalla y entro de nuevo muy quitada de la pena como si fuera cosa de nada, yo me sentía como un volcán a punto de estallar, hace años que no me sentía tan excitado cómo en ese momento... 
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