1. Mis odiosas hijastras (3)


    Fecha: 31/03/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... atractivo extra. La calza ceñida que llevaba puesta era demasiado tentadora —su sexo se marcaba de manera desvergonzada—, por lo que tuve que desviar mi vista enseguida. Justo había logrado que comenzara a ablandarse mi verga, pero con solo observar a mi hijastra más díscola había bastado para que comenzara a empinarse de nuevo.
    
    A Agostina le otorgaba un treinta por ciento de probabilidades. Si bien parecía incapaz de realizar esa clase de actos, lo cierto es que no la conocía lo suficiente como para hacer tal afirmación, por lo que cualquier juicio que había emitido sobre ella, eran puras especulaciones. En cambio, el simple hecho de que en ese momento estuviera bajo mi mismo techo, la convertía en sospechosa, ya que forzosamente tenía que ser una de ellas. La idea de que alguna desconocida se había metido en la casa exclusivamente para palpar mi miembro viril era tan improbable como hilarante. Además, la charla que habíamos tenido hacía un rato, en donde se había mostrado sensible ante mi estado de ánimo, me daba mucho en qué pensar. La princesa de la casa tendía a parecer fría y distante, pero hacía apenas unos minutos, justo el día en el que su madre estaba lejos, se había mostrado de una manera muy diferente. Era raro pensar en la posibilidad de que una muñequita perfecta como ella sintiera la necesidad de sentir la dureza de mi pija, pero si no había sido Valentina, todas las fichas estaban puestas en ella.
    
    —¿Todo bien?
    
    Un susurro dulce en mi oído me sacó de ...
    ... mi ensimismamiento. Se trataba de Sami. Me pregunté si había notado que estaba observando con atención a sus hermanas, o peor aún, si había notado mi erección. Apenas había posado la mirada en esas pendejas hermosas por unos segundos, pero si me había pescado en el momento justo, era probable que hubiera notado el brillo libidinoso en mis ojos. Observé de reojo a mi entrepierna. La remera cubría mi verga, aunque se notaba una protuberancia debajo de ella. Solo quedaba esperar que no mirara en esa zona con demasiada atención.
    
    —Todo bien ¿Y vos? ¿No te asustaste por la tormenta? —le dije, también hablando bajo, para no molestar a las otras.
    
    —Un poco… Por eso bajé, y justo se cortó la luz —respondió.
    
    Sami se arrimó a mí. Su pierna estaba pegada a la mía, y su cabeza se apoyó en mi hombro. Eso representaba otra sorpresa en ese día lleno de sorpresas. De las tres, Sami era la más cercana a mí. Era la que mejor se llevaba conmigo, y la única que no había mostrado nunca hostilidad hacia mi persona. No obstante, a pesar de que siempre hubo una conexión entre ambos, no habíamos llegado a intimar demasiado, ya que ella era muy cerrada, según creía yo, debido a su timidez y a su inmadurez. Cada vez que intentaba saber algo de ella, me respondía con frases escuetas, por lo que dejé de intentar penetrar en su personalidad, y dejar de molestarla, pues sabía que cuando un adulto indagaba de más en la vida de un adolescente, tendía a causar un efecto negativo en ellos. En todo caso ...
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