1. En la panorámica del Ajusco


    Fecha: 31/03/2024, Categorías: Hetero Autor: Alex_boy, Fuente: CuentoRelatos

    ... tus manos, también me gusta ir sintiendo tus piernas y la humedad que ya tienes en tu tanga y en las medias.
    
    I: y si mejor aprovechamos que venimos solos y vamos al Ajusco? Y ahí ahora sí me lo metes.
    
    Los que conocen la panorámica del Ajusco, saben que ahí era muy conocido que fueran las parejas a coger en sus carros, a la orilla de la carretera o en algún paraje cercano, ahorita es más peligroso, pero bueno, para eso también están los hoteles, peor la adrenalina de hacerlo ahí era aún mejor.
    
    Yo: perfecto, nos vamos para allá.
    
    Todo el camino que la verdad no estábamos tan lejos de ahí, a unos 20 minutos aproximadamente, fue de puro toqueteo y de tratar de darnos besos muy cachondos, yo iba lo más rápido que podía, ya que ella no dejaba de estimular mi verga, ahora fuera de mi bóxer, de repente aumentaba los movimientos, y cuando podía, se inclinaba hacía mí y se metía mi verga en su boca, para pasarle la lengua de arriba a abajo y le daba vueltas sobre mi glande, se lo sacaba y me seguía masturbando, mientras yo trataba de meter mi mano en sus medias y tocar sus nalgas, pero ella se volvía a sentar bien, y no me dejaba.
    
    Yo: me encanta qué me lo mames así, pero también déjame tocar tus nalgas o poder meterte un dedo en tu vagina cuando hagas eso, es más quítate ya las medias, si no las voy a romper y no puedes llegar sin medias a tu casa.
    
    Sin decirme nada, y sin soltarme la verga, se quitó las medias y las aventó al asiento de atrás, y se acomodó para que le ...
    ... tocará mejor su entrepierna, le hice a un lado su tanga y le metí un dedo, que entró con facilidad por la humedad que ya tenía.
    
    Yo: que húmeda estás, ya te lo quiero meter.
    
    I: pues me dejaste con ganas desde la casa y con tanto que me tocas, ya quiero sentir tu verga, estaciónate ya, donde sea.
    
    Ya estábamos sobre el circuito del Ajusco, así que localicé un pequeño camino de terracería que se veía que era el acceso no muy transitado hacía una parte del bosque a esa altura, y me detuve a unos 50 metros de la carretera. Apague el carro e inmediatamente nos besamos con mucha pasión, recosté su asiento, y ella se acomodó con sus piernas abiertas, dejándome libre acceso a su vagina, le hice a un lado la tanga y comencé a tocarle sus labios, su clítoris, con ayuda de su humedad entraban y salían mis dedos muy rico, ella solo gemía y me daba besos cada vez más intensos, su lengua jugaba con la mía, le besaba el cuello y baja mi otra mano hacia sus tetas, se las saque se su brasier y apretaba sus pezones, le besaba una teta y con mi otra mano le apretaba el pezón de la otra, ella gemía cada vez más fuerte y yo no dejaba el mete y saca de mis dedos, cuando sentí que ya estaba a punto de venirse, le estimule su punto G, no dejaba de besar sus tetas, de repente un pequeño mordisco en su pezón, y le decía, ahora la otra si no se pone celosa, ella solo gemía más fuerte y me decía que no parara, tomo mi mano para que no la sacara de su vagina y se vino muy rico, sus piernas que ya ...