1. Elisa fue la culpable


    Fecha: 28/03/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: txuso, Fuente: CuentoRelatos

    ... la cama. La miró y, desnudándose, le pidió que separara las piernas sin retirar la mirada. Quedó desnuda. Tenía un cuerpo bonito, abundante en curvas, generoso. Empezó besando las piernas, subiendo hasta su cuello. Después subió a la cama, colocó su coño sobre la cara de Elisa y empezó a frotarse lentamente para ir acelerando el ritmo a la vez que gemía como loca agarrada a las tetas de Elisa. Sus caderas parecían de goma, mostrando una flexibilidad potente, llenando la cara de Elisa de su jugo a un ritmo vertiginoso. Permaneció así hasta correrse en breves segundos. Después se incorporó y le pidió que se colocara para hacerle la tijera. Se encajaron a la perfección y Leo volvió a dar nota de su habilidad para agitar las caderas.
    
    - Ven, bésame – inquirió Elisa.
    
    - No, ahora mando yo, me lo he ganado - intervino Leo entre gemidos.
    
    Tenía razón, así que no lo hice y Elisa cerró los ojos entregada al placer, deseando que la besaran. Leo se corrió otra vez, ésta con desmesura, gimiendo alto, casi gritando. Su cuerpo se revolvió entre espasmos, completamente fuera de si.
    
    Bajó el ritmo poco a poco, quedando en suaves caricias de aquellos coños empapados. Se detuvo.
    
    - No te has corrido - le dijo a Elisa -, eso me ofende, pero no va a quedar así.
    
    Se puso a su lado y empezó a masturbarla con maestría. Me miró.
    
    - Acércate.
    
    Me acerqué inmediatamente.
    
    - Ahora mastúrbame tú a mí mientras corro a ésta perrita.
    
    Levantó en culo para facilitarme el acceso. ...
    ... Enseguida pasé los dedos entre sus labios y agité su clítoris. Ella gimió y yo los colé en su interior. Empezó a masturbar a Elisa más rápido, viendo como se retorcía de placer gimiendo. Yo copié su ritmo y la habitación era un espectáculo de gemidos salvajes.
    
    - Me voy a correr - aclaró Elisa.
    
    - Y yo - dijo Leo.
    
    Yo seguía su ritmo y en unos segundos el cuerpo de Elisa se convulsionó, corriéndose. Leo la acompañó corriéndose en mi mano poco después. Se dejó caer sobre Elisa, satisfechas ambas. Yo me incorporé aún con la polla fuera y dura.
    
    - ¿Puedo seguir yo ahora? - Quiso saber Elisa.
    
    Leo se apartó.
    
    - Adelante - respondió.
    
    Elisa vino hacia mí y se arrodilló frente a mi polla. Se la metió en la boca y empezó a chupármela con auténtica devoción. Yo estaba muy excitado por lo acontecido.
    
    - Si no bajas el ritmo me correré en breve - le aclaré.
    
    - Sí, lléname la boca, lo estoy deseando - me dijo mientras me pajeaba y volvía a metérsela en la boca.
    
    No tardé mucho en explotar, tensando mi cuerpo por el espasmo de placer ante la atenta mirada de Leo.
    
    Acabé y me limpió con su lengua, dejándomela impoluta. La agarré y fui a la cama a tumbarme, poniéndola a ella a mi lado. Nos besamos. En ese momento Leo se abrazó al cuerpo de Elisa por la espalda y besó su mejilla.
    
    - Si me dejas - comenzó a decir -, te disfrutaré y te haré disfrutar un millón de veces más, hasta que me supliques ser mi novia.
    
    Elisa me miró interrogándome y yo me encogí de hombros, ...