1. Pero ¿Qué pasó?


    Fecha: 26/03/2024, Categorías: Bisexuales Autor: TonyCC, Fuente: CuentoRelatos

    Aún me pregunto que pasó esa noche, terminé con mis nalgas al aire, mi culito completamente abierto, lleno de leche, y, no sabía de quien era. Hasta que lo descubrí.
    
    En los anteriores relatos, les contaba que me había trasladado a Guatemala. Como vivía en un apartamento, grande de 3 habitaciones, y la empresa en la cual trabajaba pagaba el alquiler, me propuso si lo podía compartir, por un tiempo, con un venezolano que estaban trasladando. Como vivía solo, y era por un tiempo no muy largo, acepté, y es así, como una tarde llegó Héctor.
    
    Héctor era un muchacho (comparado con mi edad), de unos 25 años, acuerpado, piel canela, y bastante energético. "Mucho gusto, Héctor", me dijo, lo llevé hacia una de las habitaciones grandes, y lo dejé instalado. Esa noche no hablamos mucho, dado que había llegado cansado. "Héctor, descansa y lo que necesites, me avisas. Mañana yo salgo a la oficina, como a las 8, si quieres salimos a las 7:00, desayunamos en el camino, y nos vamos juntos a la oficina", "Buena idea" dijo Héctor y se despidió.
    
    Desde esa mañana, empezamos a hablar mucho. Lo empecé a ayudar con la búsqueda de su apartamento, con su instalación en Guatemala, y mientras él me contaba de su familia, de su novia, y de la vida en Venezuela en estos tiempos. También, como él hacía mucho ejercicio, me invitaba todas las mañanas al gimnasio o a correr, en fin, cada vez más nos volvíamos mucho más cercanos.
    
    Entre más nos volvíamos cercanos, también Héctor se descaraba un ...
    ... poco. Mientras que Héctor estaba en la casa, yo procuraba salir del cuarto siempre vestido o, si era de noche, con una piyama con una camiseta. Héctor al principio lo hacía, luego empezó a salir en calzoncillos (tipo tanga, que me hacía que le mirara disimuladamente de reojo su paquete, que tenía un tamaño considerable, aún en estado flácido), y algunas veces, cuando llegábamos de hacer gimnasia o de correr, se iba a la zona de ropas, se quitaba la ropa allá y caminaba desnudo por el apartamento, con la excusa de no llevar la ropa sudada al cuarto; uno de aquellos días que hacia esto, nos quedamos hablando un poco, mientras se servía un vaso de jugo de naranja, y tuve que empezar a moverme para disimular la erección que estaba teniendo, al mirarlo de reojo. Héctor como que lo notó, y me dijo "Chamo, deberías ser más relajado".
    
    Un viernes, después del trabajo, estábamos en el apartamento Héctor y yo, y comenzamos a tomar cervezas. Hablábamos de todo. Con el paso de las horas, las cervezas se nos acabaron, y seguimos con whisky. Seguimos hablando, y como que estábamos decididos a acabar con el bar que tenía en el apartamento. Se terminó la botella de whisky, y seguimos con tequila. Al segundo trago de tequila, me sentía muy mareado, y mi vejiga estaba a punto de explotar... dando tumbos y agarrándome a la pared, del estado de embriaguez que tenía yo, me fui al baño que estaba en mi cuarto... y allí es donde todo sucedió, como me contó Héctor al siguiente día cuando fui en la ...
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