1. Despertando al sexo con mi hermanita


    Fecha: 18/10/2018, Categorías: Incesto Autor: caliche999, Fuente: SexoSinTabues

    ... por entre ellas y dejarme ver mejor su delicioso juego . Me fui acercando lentamente hasta quedar con mi cara entre sus piernas; la situación era de infarto; con mis labios a solo 20 centímetros de su cuquita empecé a percibir un delicioso aroma de intimidad femenina de nena que es difícil describir; es como una combinación de calzoncitos usados con orines que ya había probado y me había deleitado oliendo cuando le robé unos cuquitos usados de pepitas algunos días antes. Ella miraba mi cara de placer viendo sus movimientos mientas me refregaba mi pene contra la alfombra y seguí acercándome más y más hasta que fue inevitable: como un imán mi boca se pegó a sus labios vaginales solo cubiertos por el jean que empecé a humedecer con mi saliva pues instintivamente chupaba y besaba como si de eso dependiera mi vida. Entonces ella se recostó en la pared y puso sus manitos en mi cabeza ayudando a apretar mi cara contra su deliciosa cuquita. Yo pasé mis manos por debajo de sus piernas recogidas y agarré su cadera para ayudar a apretar aún más mientras ella se reía nerviosa pero placenteramente y abría y cerraba sus piernas apretando mis orejas y mostrándome el placer que estaba sintiendo. A veces sentía tanto placer que bajaba sus manos al piso para levantar su pelvis del suelo y apretarla más contra mi cara y yo aprovechaba para agarras sus nalguitas a dos manos y ayudar al apretón. Que infinito placer era todo aquello; yo estaba en el cielo y ella también; por un buen rato ...
    ... estuvimos así hasta que sentí una instintiva necesidad de tener su piel en mi boca y empecé a tratar de quitar su short y ella a ayudarme; cuando logramos bajar el cierre suspendí mi labor y agarré con ganas y fuerza su shortcito de la cintura para arriba y ella ayudó levantando sus piernas para facilitar la salida. Lo logré; los shorts estaban fuera y sus cuquitos de pepitas se habían venido también y estaban a medio camino en sus rodillas impidiendo que volviera a abrir sus piernas y que yo pudiera mirar lo que más deseaba en la vida; halé con tanta fuerza esos cucos hacia arriba que alcancé a rasgarlos y entonces: ¡Oh Dios mío ¡ Empecé a ver el paraíso. Siiiiii, era realmente el paraíso; mientras abría otra vez sus piernitas veía su rajita peladita y tierna, oliendo a Gloria y sus labios vaginales también se abrían dejándome ver todo aquello que para mi era nuevo y hermoso. Un pequeño abultamiento entre esa hermosa rajita toda colorada , que desembocaba en un agujerito divino y húmedo que inmediatamente besé instintivamente; no había forma de evitarlo; era como un poderoso imán que pegaba mi boca a aquel paraíso de olores deliciosos y formas indescriptiblemente hermosas que empecé de nuevo a besar y chupar. En ese momento quería literalmente comerme todo aquello, devorarlo y multiplicar mi placer y el de ella que empezó a retorcerse de placer mientras apretaba mi cabeza con sus manos y batía sus piernas en medio de gemidos y risas mientras yo trataba de meter mi lengua en aquel ...