La tormenta - Relatos Eróticos

La tormenta

... sobre la cama y el con su verga dentro, no podia moverme, ya que el dolor se hacia insoportable, meti una mano sobre los dos cuerpos y lo detenia, lo empujaba para que la sacara, pero lo bueno fue que el dolor se hacia menor cada momento y cuando quedo su cabecita unicamente dentro ya el dolor era minimo.

-Estas bien, te juro que fue accidente.

-Esperate un momento, el dolro va desapareciendo, no la saques dejala ahi nomas no te muevas.

Asi los dos sin movernos duramos unos minutos, hasta que el muy despacio comenso a meterla otra ves, con cada cm que me metia lo sacaba dos y la volvia a meter ahora tres y asi sucesivamente hasta que logro meterla toda, ahora si lo disfrutaba, comense a mover mi cuerpo, el se detuvo dejandome hacerlo yo, fue unos minutos los dos comensamos a movernos y ahora era tan grande la sensacion de placer que me volvio a sacar otros orgasmos mas, hasta que senti su verga ponerse mas dura, me la metio toda y senti su leche calientita entrar en mis intestinos, se sentia riquisimo, el cayo cansado sobre mi cuerpo, duramos unos minutos asi, yo contenta con su verga en mi culo, hasta que se salio solita, sentia el ...

... semen de el salir de mi hoyo, nos separamos y los dos de frente nos besamos con tanta lujuria y nos quedamos dormidos, mientras la tormenta seguai cayendo pero ya no tenia miedo, sentia el cuerpo de Pepe detras del mio, su calor de hombre.

Yo desperte cuando senti que otra ves me metia su verga,levante una pierna para facilitarle la entrada y me la volvio a meter, mientras el me cojia yo me frotaba mi clitoris para hacerme venir.

El dia amanecio con un sol precioso, nos levantamos, nos metimos a la regadera salimso y nos volvimos a acostar y no a dormir, nos dimos otra cojida mas.

Nos levantamos, desayunamos, y sin decir nada platicamos de otros temas.

Mas tarde, vino a verme otra de mis hermanas, tenia pendiente por la tormenta, vio a Pepe y despues de saludarlo, le dije que el habia dormido conmmigo.

-Pero no seas mal pensada durmio en otro cuarto.

No se si me creyo, los tres salimos a comer y al regresar, aun no llegaba mi mrido, el cielo de nuevo comenso a ponerse gris, amenasaba con otra tormenta, volvi a pedirle a Pepe que se quedara otra ves y contento dijo que si.

Ya se imagianran que paso, se los dejo de tarea.