1. Asistiendo a un aburrido congreso


    Fecha: 07/03/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    La falda con medias y ligas y sin bragas, la blusa sin el sujetador y los taconazos. Me sentía puta, muy excitada, justo el estado de ánimo que necesitaba para enfrentarme a la situación. A la aburrida tarde de conferencias y a la ceremonia de clausura. Todo un estado mental para soportar ese congreso.
    
    Un rato, demasiado largo para mi gusto, de aburridos discursos, un coctel y puede, si tenía suerte, de alguien quisiera investigar lo que hay bajo mis ropas. En ese momento me daba igual que fuera un hombre o una mujer.
    
    Mientras me imaginaba al resto de los asistentes desnudos, sin ropa, follando unos con otros en las combinaciones y posturas mas raras que se me podían ocurrir. Era la única forma de aguantar aquel peñazo.
    
    Nada mas llegar al centro de convenciones los grupitos de la puerta me recibieron con las falsas sonrisas típicas de conocidos casuales y compañeros de trabajo que me clavarían un hacha en la espalda si pudieran.
    
    Dos compañeras de trabajo charlaban animadamente en otro grupo más cerca de la puerta. Una morena y una rubia, altas y espigadas, vestidas con formales trajes de chaqueta y faldas de tubo. Las miraba y me imaginaba un ardiente beso lésbico, las manos arrancando la americana de la otra y su falda.
    
    Quedando en lencería de encaje, ligueros y corsés, sin tangas, con los lindos xoxitos depilados al aire, todo en color rojo putón. La lengua de una lamiendo la piel de la otra de forma lasciva. Solo apartando el sujetador de media copa para ...
    ... pasar la lengua por el pezón y mirándome ambas a los ojos.
    
    En un rincón un joven camarero preparaba el café y los aperitivos para el descanso. No pude mas que fijarme en él. Parecía que había salido del gimnasio directamente a calzarse esa camisa blanca casi trasparente en la que se marcaban sus bíceps perfectamente.
    
    Lo imaginaba solo con un tanga animando despedidas de soltera o de soltero si eso es lo que le gustaba al novio. Con un montón de fieras intentando meter billetes en el reducido suspensorio. Y la polla bien dura casi asomando por la escasa tela.
    
    Cuando salí del ensueño mis conocidos casuales me indicaban que fuéramos entrando al salón de ascos, perdón de actos. Me senté atrás del todo, sola, tanto para controlar las filas de asientos y el escenario, como para poder perderme en mi imaginación. Quizá deslizar una mano bajo la falda de forma discreta entre mis muslos para poder acariciar mi depilada vulva al ritmo de mi fantasía.
    
    El primer orador, un tipo gordo, bajo, calvo y sonrosado al que no costaría nada ver como Baco o Dionisio. Un borrachín rodeado de gentes medio desnudas y completamente ebrias. Todos vestidos con túnicas al estilo romano casi de gasa y tan mal colocadas que descubrían sus cuerpos.
    
    Fue introducido por una cincuentona seca, larga, de rasgos duros a la que mi mente enseguida puso un body de cuero, medidas de rejilla, tacones inmensos y una fusta en la mano. No es que el sado me atraiga o excite pero esa es la imagen de ella que me ...
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