1. El desvirgue de Emma


    Fecha: 04/03/2024, Categorías: Transexuales Autor: AnaLiliaTvCDMX, Fuente: CuentoRelatos

    ... Mi playera alcanzaba a cubrir mi pene, pero dejaba a la vista mis muslos. Quise cubrirme las piernas porque sentía vergüenza de que el me mirara asi, pero no lo hice.
    
    - ¿Estás bien? – me preguntó.
    
    - Sí, solo tenía que orinar.
    
    Mi tío me miró por un momento y después apagó la luz nuevamente.
    
    - Acuéstate – me dijo desde la oscuridad.
    
    - Sí.
    
    Era una noche fría. Afuera llovía nuevamente. Al meterme entre las cobijas sentí el calor del cuerpo de mi tío e instintivamente me acerqué a él buscando su cobijo. Entonces lo sentimos. Mi tío extendió sus brazos y me acurruqué entre ellos. Nos deseábamos. Me abrazó y yo coloqué mis manos sobre su pecho. El pecho de mi tío era viril, fornido y con vello. Encontré sus pezones y coloqué mis dedos sobre ellos. Nuestras piernas se encontraron y las frotamos ligeramente. Nuestras respiraciones se agitaron. Podía sentir el aire caliente que mi tío exhalaba sobre mi rostro y supe que contenía sus gemidos. Nuestros rostros estaban muy cerca el uno del otro y quise unir mis labios a los suyos. Sentí que su pene se ponía duro bajo su trusa y quise liberarlo, quería dejar en libertad a esa magnífica serpiente negra que acechaba entre mis piernas. Yo temblaba de frío y de excitación, pero no podía detenerme. Llevé una de mis manos hacia su trusa y tiré de ella. Su pené salto como un resorte y se estrelló en mi vientre. Lancé un pequeño gemido y entonces nos besamos. El beso fue profundo y apasionado. Nos habíamos encontrado. No era la ...
    ... primera vez que yo me besaba con un hombre, pero nunca había imaginado que besar a mi tío iba a sentirse tan bien. Era nuestra primera expresión de amor y deseo sin reprimir y me entregué por completo. Tomé su pene con mi mano y comencé a tirar de la piel, en unos instantes sentí la viscosidad de sus fluidos y luego lo escuché gemir.
    
    - ¡Sí… no te detengas! – me dijo.
    
    Yo no pensaba detenerme, quería seguir adelante. Después de masturbarlo durante algunos minutos separé un poco mis piernas y coloqué su pene entre mis muslos. Mi tío no perdió un momento y comenzó a frotarse entre mis piernas. Lleve mis brazos alrededor de su cuello y nos besamos otra vez. Él comenzó a acariciarme. Comenzaba en mis piernas, seguía por mis nalgas y terminaba metiendo sus manos bajo mi playera para acariciar mi espalda. Lamía mi cuello y mis labios, y después me besaba otra vez.
    
    - Gírate… - me pidió después.
    
    Obedecí y me recosté sobre un costado dándole la espalda. Mi tío se puso detrás de mí y volvió a insertar su pene entre mis muslos. Esta vez, mientras se frotaba, comenzó a besar mi nuca y a acariciar mis pezones. Yo comencé a gemir, sus caricias se sentían bien. Él se frotaba muy arriba de mis piernas y en muy poco tiempo mi ano se encontró completamente mojado. Poco a poco, mi tío comenzó a acercar la punta de su pene a mi ano antes de entrar entre mis muslos y cada vez que lo hacía, presionaba sobre mi entrada. Yo sabía lo que intentaba, pero también entendí por qué no se atrevía ...