1. Me abrió por completo


    Fecha: 03/03/2024, Categorías: Anal Autor: Teseo68, Fuente: CuentoRelatos

    ¿Hasta dónde llegar para complacer a un esposo?
    
    ¿Así es en todos los matrimonios?
    
    Mi esposo y yo tenemos ya algunos años de casados; no todo ha sido color de rosa pero nuestro matrimonio es estable; sin embargo, a últimas fechas, nuestra vida íntima se comenzó a enfriar. Estábamos juntos una vez por semana y yo creía que era suficiente. Nunca he sido muy entusiasta o participativa; con una educación férrea y muchas fantasmas en la cabeza, me he dedicado a complacerlo; he tenido orgasmos, pero, prefiero verlo a él satisfecho.
    
    Él me ha propuesto algunas cosas, para hacer la relación más excitante.
    
    Cierta ocasión, fuimos al cine y me pidió no sentáramos el la parte de atrás. En la sala había poca gente; terminaron los avances y la película inició. Apenas unos minutos después de iniciada la cinta, mi marido volteo para todos lados y se dio cuenta que estábamos solos en la fila; se desabrochó el pantalón y sacó su falo erecto.
    
    - Ven chúpame un poco.- me dijo mientras me tomaba de la cabeza y me empujaba a su miembro.
    
    - Esto lo podemos hacer en la casa.- le contesté tratando de no hacerlo.
    
    - Pero quiero que lo hagas aquí.- me dijo mientras me enterraba su verga en la boca.
    
    No somos las grandes guapuras; estamos a mitad de los treintas; él ya presenta una panza por la falta de ejercicio y mis caderas empiezan a crecer.
    
    Ya no veía la película; se concentraba en cogerme la boca; sentía su glande golpear mi garganta, provocándome arcadas; no duró mucho y al ...
    ... eyacular, no me dejó moverme; tenía yo toda la verga clavada en la garganta. Sentía como su líquido caliente me entraba directamente, sin poder escupir. Cuando terminó, me soltó; se relajó. Pasó un rato y me pidió volver a hacerlo. Esta vez fue más tranquilo; tardó más; pero el flujo fue menor. Tomé un pañuelo y me limpié los restos de mi boca.
    
    Un día, llegó a casa y me comentó que le había visto unos videos en su trabajo; que si yo estaría dispuesta a tener sexo anal. Le contesté que nunca lo había pensado; que yo creía que lo que hacíamos le era satisfactorio. Me dijo que le gustaba estar conmigo; que quería que fuera toda suya.
    
    Le dije que lo pensaría; que no estaba segura.
    
    Una noche, él llegó tarde de una cena de negocios. Traía unas copas encima y quería coger; no me gustaba estar con él cuando estaba tomado porque era muy brusco y solo buscaba su placer. Accedí para que se cansara y se durmiera; otras ocasiones, ni siquiera podía penetrarme de lo alcoholizado que estaba.
    
    Me desnudó por completo y me comenzó a acariciar; caricias toscas que no me estimulaban. Me chupó los senos, mientras me acariciaba los labios vaginales; me humedecí un poco y me chupó la vagina. Me hizo tener un orgasmo; sentí delicioso. Me relajó y me puso en cuatro; se enterró en mi y empezó a bombear. Estiró su mano y tomó un frasco de crema del buró; sentí sus dedos masajeando la entrada de mi culo.
    
    - Voy a tomar lo que te había pedido. Hoy te quiero estrenar esta entrada.- me dijo ...
«123»