1. Carolina y el bus


    Fecha: 26/02/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: avva72, Fuente: CuentoRelatos

    Vengo de jugar un partido, voy en el autobús de camino a casa, es de noche, sobre las 9, voy con el pantalón corto y una camiseta, estoy cansado y me he colocado casi al final, voy solo yo y el conductor que ni se fija en mí por el retrovisor.
    
    De repente el autobús se para, veo que hay un atasco y al final se ven luces de ambulancia, toca esperar.
    
    Un poco más adelante veo varias chicas de veintitantos que miran hacia adelante, son curiosas. Veo que deben de ir de fiesta, van muy arregladas, me fijo en especial en una, es rubita, bajita y se le marcan unas preciosas tetazas, ¡joder! como está.
    
    Miro hacia adelante, hacia el conductor del autobús, mira hacia adelante, no se fija en mi por el retrovisor. Bajo mi mano y me la meto en el pantalón, miro a la rubita bajita, comienzo a masturbarme, mi polla se pone dura, pienso en que si pudiera me follaba a la ninfa allí mismo delante de sus amigas en plena calle, noto mi polla más dura, subo una pierna y apoyo el pie en el asiento de delante, me muerdo el labio inferior, de repente noto que el autobús recobra la marcha ¡joder! paro de masturbarme, veo pasar de largo a la rubia, durante un segundo la ninfa mira en mi dirección, veo sus radiantes ojos verdes mirándome, la joven me mira… ¡ostias puta!
    
    Tras pasar la zona donde había dos coches accidentados al poco el autobús se vuelve a parar, esta vez para recoger a una pasajera, es otra rubia, delgada, con pelo medio largo y un flequillo muy sexy, también debe tener ...
    ... veintitantos. Paga y se dirige hacia mi zona, se sienta en los asientos de al lado, en la otra cristalera. Se sienta pero de repente veo que parece que hace como que huele algo, ¡joder! creo que huele mi erección, me tapo cruzando las piernas, ella se gira hacia mí, me mira desde su asiento, luego baja la mirada hacia mis piernas cruzadas, sonríe, yo giro la cabeza y miro hacia la calle.
    
    De repente noto como la rubia se levanta de su asiento y se acerca, se sienta junto a mí, yo hago que sigo mirando por la cristalera, pero ella de repente acerca su mano a mis piernas cruzadas.
    
    -¡a ver que tienes ahí! -susurra en voz baja para que no la oiga el conductor, mientras acerca su mano a mis piernas cruzadas e intenta separarlas.
    
    Me asusto, no digo nada, sigo mirando hacia la calle, me resisto a abrir mis piernas, pero ella hace fuerza, insiste.
    
    Finalmente muevo la pierna, todavía sigo con mi erección que se marca en mis pantalones cortos, la rubia sonríe, la veo por el reflejo del cristal.
    
    -¿qué hacías pajillero? -dice en voz baja mientras el conductor va a lo suyo, ni se entera.
    
    Giro la cabeza y la miro avergonzado, la rubia comienza a acariciarme el muslo mientras con la otra mano se desabrocha un botón de su camisa a cuadros, deja ver un canalillo precioso, no lleva sujetador. Miro su flequillo sexy que le tapa un ojo, ¡joder! esta también me pone, estoy fatal.
    
    -¿cómo te llamas? -susurro
    
    -¡qué más da! -me dice mientras comienza a meter la mano en mi pantalón, ...
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