1. Anoche, te vi en una pesadilla


    Fecha: 31/01/2024, Categorías: Masturbación Autor: LeandroAlinde, Fuente: CuentoRelatos

    ... volvía halagar a mi sexo. Intentaste adherirte contra mí, y lo lograste. Pero tu tiempo se había terminado, porque los vecinos ahora avanzaban en tropel por entre las escaleras. Peldaño a peldaño, ladrido a ladrido, la presión que tenías encima era demasiada como para permitirte disfrutar más antes de recoger mi semilla.
    
    De alguna manera sobrenatural, tus piernas rodearon mis costillas, para que luego tus jubilosas caderas pasaran a curvarse enérgicamente, una y otra vez, al tiempo que tus pechos dibujaban un panorama primoroso, pero violento. Antes de escuchar el centelleo, y antes de que ellos golpearan la puerta para abrirla a la fuerza, te deleitaste en mirar que estabas cumpliendo con tu cometido, pues no era solo que ibas a alimentarte de una parte de mí: también habías logrado que lo disfrutara hacia el final.
    
    Desatando todo tu ímpetu sobrehumano por arriba de mi consumido tronco, todo explotó al término, soportando los bríos de un éxtasis que no dejaba de ir y venir, descubriendo que, sea como fuera, y fuera quien fuera, lo mismo iba a experimentar siempre en la conclusión. Lo que en el interior se oían como voces de regocijo, afuera resonaban como espantosos bramidos, alentando al cuerpo de canes embravecidos para que aceleraran su marcha.
    
    El terror volvió de inmediato a ocuparse después del estruendo, cuando hice contacto con tu rostro inexistente, sobre el que un gesto orgásmico se burlaba ya de mí. Después de haberme hecho sentir culpable, escupiéndome a la cara que el apego no significaba nada, tu cuerpo desnudo volvió de donde vino. Chupado del semicírculo de hace minutos, horriblemente te fuiste de allí, esfumándote en una esquina del lóbrego apartamento, dejándome solo nuevamente en el aposento desarmado.
    
    Recuperando el movimiento sobre mis manos, la turba iracunda tiró la puerta, esperando toparse con un demonio para exorcizar. Me encontraron desnudo, masturbándome.
    
    (¡Pip pip! Se acabó el centelleo).
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