1. Madre enamorada (3)


    Fecha: 30/11/2023, Categorías: Lesbianas Autor: starone, Fuente: CuentoRelatos

    ... que tuve una relación sexual, pues siempre me considere hetero. Una mujer muy hermosa, elegante, culta y dulce que me hace tener sentimientos profundos y encontrados que necesito discernir. Ese es el motivo de llamarte Helena, mi dulce Helena.
    
    Deposité el teléfono sobre la mesita del salón, recliné mi espalda sobre el sofá y abrí mis piernas ansiosa por masturbarme, pues estaba ardiendo de deseo. Metí mis dedos debajo de mis empapadas bragas blancas y acaricié mi hinchado clítoris; el cual rodeado de mi húmedo vello púbico me proporcionaba mis primeros jadeos. Mis pezones estaban tan duros que hasta el roce con la tela de mi vestido me producía dolor. Me imaginaba a Belén entre mis piernas, embrutecida con mis íntimos olores y fluidos; su lengua penetrándome con su habitual dulzura, para acabar recibiendo una lluvia mezcla de orina y fluidos propios de un orgasmo.
    
    Absorta en mis lascivos deseos y pensamientos, mi vagina, ya con mis dedos dentro, comenzó a eyacular una cascada de jugos como nunca creí que fuese a experimentar. Mi cuerpo se arqueó, y era un reguero de espasmos a la par que mi boca exhalaba gritos de placer libres de ser escuchados por nadie; pues tenía como único testigo de mi depravado comportamiento al sonido de las olas del mar llegado de la cercana cala en la cual mi hija y yo habíamos paseado en tantas ocasiones.
    
    Después de haberme corrido tres veces pensando en mi hija, y comprobar que mi sofá era un mar de humedades, me sentía satisfecha y ...
    ... feliz. Y puede que algo inconsciente también, pues producto de la misma sentí el deseo de enviar a mi hija una foto.
    
    Quería enviarle una foto que describiese lo que había ocurrido instantes atrás. Y que era el resultado de la lectura de su último mensaje. Tras meditar unos instantes tomé el valor y me hice una foto de mi vagina húmeda y peluda, llena de fluidos y con los labios abiertos por mis dedos; mostrando la cavidad rosácea de mi chocho. La gran definición de la cámara de mi móvil permitía contemplar la imagen hasta el más mínimo detalle.
    
    Después de comprobar el resultado de mi foto y tremendamente cachonda, se la envié a mi hija con el siguiente texto:
    
    «Leí tu mensaje, mi amor y no pude contenerme. Te extraño tanto tesoro.»
    
    Unos instantes después sentí la necesidad de añadir una frase y le envié otro mensaje…
    
    «Como deseo que estuvieses aquí cielo, como hija y como mujer»
    
    Seguidamente, me di una ducha con la esperanza de recibir un nuevo mensaje de mi Belén, pero no se produjo en el resto del día. Quise respetar su tiempo de reflexión y pase el resto de la jornada disfrutando de la lectura y mi música favoritas…
    
    ******
    
    Un nuevo día comenzaba y al despertar de mi descanso mi hija fue mi primer pensamiento. Con la sonrisa y los nervios propios de la pubertad tomé mi móvil y ¡sí! Un nuevo mensaje de Belén enviado una hora antes permanecía inerte, esperando ser leído por mí. Contenía una foto de sus bragas verde claro. Se podía observar con nitidez la ...