Fiesta de Halloween, en casa de mi hermano (capítulo 3)
Fecha: 16/11/2023,
Categorías:
Voyerismo
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... tarde para preguntar".
No estaba segura de por qué lo hice. Me inspiré al ver a un chico orinar afuera. Tal vez estaba celosa de la capacidad de hacerlo. Observé la forma en que sostenía su verga suavemente y apuntaba a la valla, luego parecía estar dibujando círculos con el chorro de orina. No pude evitar reírme.
Un par de manos en mis nalgas y un aliento caliente en mi oreja me sacudieron de mi fascinación con el tipo que orinaba.
Cenicienta: "¿Quieres chuparlo cuando haya terminado?" susurró.
Volví a mirarla, con los ojos muy abiertos y un poco molesta de que me preguntara tal cosa y luego mi calentura se apoderó de mí. Casi imperceptiblemente asentí con la cabeza. Cenicienta sonrió y me empujó hacia atrás un par de pasos para que no estuviera demasiado cerca del olor a orina en la cerca.
Cenicienta: "Aprovecha Gatita te quiere dar pequeño regalo” se rio.
Empezó a chupar el lóbulo de mi oreja, lo que me volvió completamente loca, luego sus manos dejaron mi trasero y agarraron mis senos y pellizcaron mis pezones a través de la apretada tela del disfraz. Gemí.
Cenicienta: "Gatita, eres una cosa cachonda, ¿no es así? ¿Quieres que te cojan?" susurró.
Negué con la cabeza. Ya había chupado tantas vergas que ya no podría decir que le era fiel a Pato, pero coger era otro paso que no quería dar.
Yo: "Tengo novio." Susurré.
Cenicienta: "¿A él no le importa que chupes vergas?"
Me sonrojé, aunque en la oscuridad, ella no podría haberlo visto.
Yo: ...
... "debería irme." Suspiré.
Ella tenía razón, por supuesto, a él le importaría mucho que yo estuviera chupando vergas. Probablemente me dejaría en un segundo si supiera cuántas ya había chupado esta noche.
Cenicienta: "Está bien, gatita. Ni siquiera sabemos quién eres. Ciertamente no le vamos a decir a tu novio. Y claramente quieres hacer esto. Me quedaré aquí contigo si quieres. Adelante, de rodillas y a atender a Max".
Tiró de mis pezones, sosteniéndolos firmemente entre el índice y el pulgar. Me dolió un poco, luego mucho cuando no doblé las rodillas, luego nada cuando ella puso mis rodillas en el suelo. Sollocé en algún lugar entre la vergüenza y la emoción cuando Thor se volvió hacia mí y vi que su verga pasaba del estado flácido en el que estaba cuando orinaba a la pequeña gordura que comenzaba a crecer.
Los dedos de Cenicienta jugaron suavemente con mis pezones. Nos susurró a los dos, estaba arrodillada justo detrás de mí al igual que la amiga del trabajo de Sara lo había hecho en el sótano.
Cenicienta: "Está bien Max, ella está lista para ti".
Luego, me chupó el lóbulo de la oreja y gemí.
Cenicienta: "Max tiene una verga realmente sabrosa, adelante y pruébala".
Inhalé profundamente por la nariz, torturándome con el fuerte olor a verga, con un ligero tinte de orina. Abrí la boca cuando la cálida punta de su glande se presionó contra mis labios. No era apremiante, pero se acercó un poco más y cerré los ojos en un momento de placer erótico cuando la ...