1. Miriam insiste y yo no me puedo negar


    Fecha: 13/10/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Una semana después de mi último encuentro con Miriam en un telo de la panamericana; ella me llamó para una nueva cita a la noche siguiente.Me comentó que tenía una cena con amigas y podía zafar por un par de horas. Agregó que andaba muy caliente porque su marido no la estaba cogiendo nada bien y ella entonces quería sacarse las ganas y la calentura conmigo…Durante el anochecer comenzó a llover a cántaros, con ráfagas de viento muy intenso. Habíamos quedado en que pasaría a buscarla hacia las diez y la esperaría con mi auto estacionado a un par de cuadras del restaurante donde cenaba con sus amigas…Cuando Miriam llegó al lugar convenido, la lluvia era muy intensa y hacía un frío tremendo.Ella entró tiritando al asiento del acompañante y, sin decir nada, me sacó la verga y comenzó a chuparla con desesperación, haciendo que se irguiera enseguida.Mientras me dedicaba a disfrutar de mi propio placer, sintiendo los sensuales labios de Miriam absorbiendo la punta de mi verga, de pronto dejó de llover.Miriam entonces abandonó mi verga, sonrió en silencio y se bajó del auto, apoyándose de espaldas contra una pared medianera.Así en esa pose, abrió el impermeable que llevaba y me mostró que debajo vestía solamente medias de nylon y un corpiño que sujetaba sus redondas tetas…Mi verga volvió a ponerse dura, a punto de estallar, al ver a esa hembra posando de manera sensual solo para mí…Bajé del auto y me acerqué a ella y, sin decirle nada, la tomé por los cabellos y la hice girar de cara ...
    ... a la pared. Levanté el impermeable hasta la cintura y entonces le ensarté a fondo mi pija en seco. Por el culo. Sin piedad; sin juego previo.Miriam comenzó a gemir y jadear, mientras intentaba sin resultado, atenuar mis duras embestidas contra su hermoso traseroPronto su voluptuoso cuerpo se tensó y comenzó a temblar...Parecía que estaba teniendo un orgasmo con mi verga entrando y saliendo de su apretado orto.De repente ella logró empujarme y sacarme de su estrecho culo.Giró su cuerpo para enfrentarme; se colgó de mi cuello y abrazó mi cintura con sus torneadas piernas…Me gritó al oído que le cogiera la concha, sin demostrarle piedad.La levanté por la cola y me enterré bien adentro de su humedecida concha, que recibió mi verga con alivio y gratitud…La bombeé así de pie como un loco. La cogí por un buen rato, apoyándola contra la pared. Ella volvió a temblar y de repente sentí sus flujos descargándose sobre mi pija enterrada en su vagina.Miriam acabó dos veces más antes de que yo llegara a descargar mi semen dentro de su agradecida concha.Me salí de ella y la dejé descender hasta el piso.Nos sentamos en una pared baja, quedando uno frente al otro.Ella estaba con las piernas abiertas, mostrándome sus labios vaginales dilatados y escurriendo la mezcla de fluidos y mi leche.Regresamos al auto y Miriam me confesó que todavía estaba muy caliente. Quería que la cogiera otra vez; con brutalidad...Pasamos al asiento trasero y ella se puso en cuatro.Levanté su impermeable y me dediqué ...
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