Chloë, Laura y la virginidad de Carlos - Relatos Eróticos

Chloë, Laura y la virginidad de Carlos

Son las 4 de la madrugada, en un piso de la 5ª planta un grupo de adolescentes poco a poco van saliendo del piso, termina la fiesta de cumpleaños de Carlos, acaba de cumplir 18 años, sus padres se fueron de fin de semana para que pudiera tener la fiesta que el pedía. Carlos es un joven delgado, cuerpo esbelto, moreno, de labios carnosos, de piel blanca.

En el piso de enfrente una mujer mira por la mirilla, envuelta en un albornoz azul espera su turno. Laura es una treintañera, esbelta de pelo castaño recogido en una coleta, su cuerpo de gimnasio sobresale entre su bata semiabierta.

En otro piso de la misma planta un chica también mira por la mirilla, también espera su turno. Chloë en una joven universitaria, alta, jovial, de preciosos ojos verdes y pequeñas tetitas, está sola en casa y solo viste una sensual camiseta blanca de tirantes y unos pequeños pantalones cortos de pijama.

Carlos sale a la puerta de su casa, se despide de su mejor amiga, Olivia, con un inocente beso en la mejilla, ella se le ha insinuado durante toda la fiesta pero él ha mantenido la distancia, hoy quiere celebrar su cumpleaños de una forma más intensa. La joven, seria, se despide triste de Carlos y se mete en el ascensor, las puertas se cierran, Carlos mira a la puerta del piso de enfrente, oye como la cerradura se abre, ante el aparece su vecina Laura.

Carlos se excita por momentos, su vecina comienza a apartarse a los lados el albornoz que la tapa, poco a poco le muestra al joven sus ...

... sensuales pechos, poco a poco se desabrocha el cinturón del albornoz para dejar ver un enorme dilo colgado en un arnés entre sus piernas. El joven abre la boca al ver el juguete, levanta sus ojos, mira la mirada felina de su vecina, ella enseña sus dientes, sonríe y hace que le va a morder, el joven retrocede, se toca su boca con los dedos de una mano y se acaricia los labios excitado, su polla comienza a crecer bajo sus pantalones.

En el otro piso Chloë puede ver a su vecina, se tapa su boca para no gritar por la impresión, mira a la mujer desnuda con su albornoz, su enorme falo entre la piernas, con la boca abierta tapada por una mano no puede evitar comenzar a reír mientras sigue mirando por la mirilla

-¡nooo, noo, no sé si puedo hacer esto! -murmura el joven mientras admira la belleza de su vecina

Laura sonríe y aprieta más los dientes, con la llaves de su casa en las manos sale al rellano, se gira, cierra su puerta, se vuelve a girar, se acerca a su vecino, se pone ante el joven.

Mientras Chloë pierde de vista a su vecina, baja la mirilla, con cuidado gira la manilla de su puerta, entreabre su puerta con cuidado, su joven vecino ni se da cuenta, su vecina si, la mira un segundo de reojo, Chloë sonríe.

Laura se acerca a Carlos, pone su mano en el Carlos de la puerta, con el albornoz abierto, con su cuerpo musculoso.

-¿no habíamos quedado en esto? ¿que ibas a perder tu virginidad conmigo cuando cumplieras la mayoría de edad? -sonríe Laura

El joven ...