1. El baño del gym


    Fecha: 13/10/2023, Categorías: Voyerismo Autor: Kendemonieda, Fuente: CuentoRelatos

    Llevaba solo un par de meses apuntada al gimnasio. Me había apuntado primero a la típica clase de mantenimiento de toda la vida, ya que hasta la veintena había ido al gimnasio, pero desde los veintidós años más o menos, mi actividad física había sido cero. Lo más que había hecho era bailar como las locas en las discotecas, pero creo que eso no cuenta como actividad física.
    
    Tenía pensado una vez que agarrara un poco de forma o de fondo pasarme a las tan promovidas clases de GAP, Zumba, Spinning y otras más atractivas para los amantes del deporte de hoy en día. Empecé a ir tres veces por semana. Lunes, miércoles y viernes. Las clases duraban hora y cuarto. Mi profesora era una mujer madura, rondaba casi los cincuenta, pero tenía un cuerpo espectacular y escultural. Se llamaba Julia. Morena, metro sesenta y siete, culo prieto y unas piernas de escándalo.
    
    En la clase la mayoría éramos más o menos igual, madres con niños en edad adolescente, o sea, cuarentonas. Algunas más cercanas a la treintena y alguna veinteañera. Pero de esas, más bien pocas.
    
    Escogí la última hora por eso de que mi marido pudiera llegar de trabajar y hacerse cargo de los niños. Por lo que, una vez terminada la clase, nos íbamos todas a casa directamente, salvo unas pocas que se bañaban en el gimnasio. Yo siempre había preferido bañarme en el gimnasio cuando era joven, pero ahora, al ser última hora del día y estar pendiente de los niños, me iba a casa directamente.
    
    La clase era de ocho a nueve y ...
    ... cuarto. Julia siempre nos ponía música moderna para las clases, la verdad es que se la sacaba bastante bien. Tenía una playlist con gran variedad de canciones, las cuales iban cambiando en función de la fase de la clase en la que estábamos. Unas canciones más o menos tranquilitas para la fase de calentamiento, otras canciones tipo disco para el cardio, otras más melódicas para estiramientos, en fin, que la clase siempre estaba animada.
    
    En la clase éramos unas quince mujeres y un hombre de unos cincuenta y tantos. Era curioso ver cómo la mayoría de las mujeres iban perfectamente equipadas con la típica ropa deportiva de esa famosa tienda en la que puedes encontrar de todo para el deporte.
    
    Da igual el cuerpo que tengas, allí iban todas bien ajustadas, con sus mallas y sus camisetas marcando todo. Por mi parte, tengo bastantes complejos, pero al ver que todas iban así, me animé, y a la segunda semana ya iba equipada igual que el resto de mis compañeras. Había muy buen ambiente en la clase, los ejercicios se hacían muy amenos, y todos nos ayudábamos entre todos. Además, a pesar de ser un grupo que ya llevaba muchos años con Julia, las nuevas incorporaciones eran muy bienvenidas, y en seguida eras una más.
    
    El último miércoles de mi primer mes, me dijeron que tenían como costumbre después de tantos años juntos, salir a tomar algo el último viernes de cada mes, y que me lo decían por si me quería anotar.
    
    La verdad es que me apetecía mucho, me sentía súper bien acogida, ...
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